Para ampliar la cobertura del convenio SENA-Fundación Área Andina, consolidar el proceso de acreditación de alta calidad, estudiar la factibilidad de nuevos programas y la ampliación de la sede, el rector nacional de la Fundación Universitaria del Área Andina, Fernando Laverde Morales, estuvo de visita en Valledupar.
“Junto con el SENA buscamos facilitar el proceso de aprendizaje en nuestras instituciones para la culminación de programas técnicos y tecnológicos. La idea es que los egresados del SENA terminen su carrera profesional, teniéndoles en cuenta las materias que ya cursaron, ahorrándoles así tiempo y dinero”, manifestó Laverde Morales.
Indicó además que están en el proceso de acreditación institucional tanto en las sedes de Bogotá, Pereira, Valledupar y Medellín, en los programas de educación virtual, que demanda un esfuerzo para consolidar las cuatro funciones sustantivas de la educación: investigación, extensión, docencia y el apoyo. “Estamos muy optimistas, creemos que en dos años tendremos ese rótulo por parte del Ministerio de Educación. En Colombia no hay más de 300 instituciones de educación superior, de la cuales no más del 15 % tienen esta característica”, acotó.
Laverde Morales asegura que la Fundación del Área Andina estudia la pertinencia y viabilidad de nuevas oferta académicas; proyectan ingenierías Industrial y Ambiental, así como la carrera de Medicina.
Reto de la academia
De acuerdo con este profesional en administración informática, “se evidencia la transformación que está sufriendo la educación superior mediada por la tecnología, es decir en las sociedades humanas (compuesta por los sectores económicos, políticos, sociales y empresariales, entre otros) las tecnologías llegan, pero por lo general en el sector educativo su implementación es muy tardío. Hay una fuerte movilidad a los dispositivos que alteran las relaciones sociales que existen actualmente, casi que se está perdiendo la intermediación entre un cliente que necesita algo y un productor que lo está ofreciendo, puesto que todo se ubica en las redes”.
Precisó que “la educación no es ajena a lo anterior. Se están avizorando grandes transformaciones en la oferta educativa. La educación virtual llegó para quedarse, es una alternativa que los jóvenes de hoy en día están asumiendo. El otro reto es que las mismas tecnologías están generando un nuevo tipo de usuario, los milenium; un joven que quiere las cosas más claras, más concretas, donde el concepto de trabajo no es relevante, dado que se pronostica que en su vida laboral pueden tener más de 20 empresas donde han trabajado, mientras que en nuestra tradición es una y de ser posible, toda la vida”.
Para Laverde Morales, el reto está en cómo asimilar esos entornos cambiantes en los procesos de formación, cómo implementar la tecnología cuando un joven escasamente le pondrá atención a un profesor cerca de 20 minutos y si no se logra ‘conectar’ en ese tiempo se va. “Esas clases tipo asignatura van a desaparecer. Hoy ya existe evidencia de universidades colombianas, en la cual la Fundación del Área Andina se encuentra que están reestructurando el Plan Académico. Ya no se habla de asignatura, sino de espacios de aprendizaje. El rol del docente es fundamental, se enfrenta a cerca de 30 estudiantes que tienen información en sus dispositivos móviles. El rol tradicional del profesor estaba cimentado en conocimiento, era la fuente de información, hoy en día asume la labor de motivador, acompañante o tutor”, precisó.
“La educación virtual llegó para quedarse, es una alternativa que los jóvenes de hoy en día están asumiendo”.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN