Para estos días del año era tradicional que el ambiente de la capital del Cesar se impregnara de las notas de la caja, guacharaca y acordeón, en el marco del Festival de la Leyenda Vallenata, y con ello se diera paso a la reactivación económica de diversos sectores.
Pero ahora la realidad es otra: la pandemia del coronavirus trastocó el modo de vivir de la región, del resto del país y del mundo, dejando a su paso considerables efectos negativos en las finanzas.
De acuerdo con datos de la Cámara de Comercio de Valledupar, debido a la principal festividad folclórica del departamento circulaban en Valledupar y sus alrededores cerca de 200 mil millones de pesos, donde los más favorecidos eran los empresarios de la música vallenata, restaurantes, hoteles y transporte. “Hoy en día no tenemos absolutamente nada de esto y no creemos que en lo que resta del año se pueda reactivar la economía rápidamente. Estos meses serán trágicos y los venideros todavía más oscuros”, esbozó el presidente ejecutivo de la entidad mencionada, José Luis Urón Márquez.
Por lo anterior, miles de puestos de trabajo en el Cesar están en riesgo. Sin contar que para el líder gremial, esta situación atípica obligará a la gente que paga impuesto y que genera empleo a pasar al sector de la informalidad.
“Todos los sectores económicos están afectados. Las empresas hacen el mayor esfuerzo por mantener los puestos de trabajo, pero el ‘colchón de seguridad’ para atender la emergencia quedó desinflado y seguramente vendrá una temporada de desempleo muy fuerte”, sustentó Urón Márquez. Y es que para no quebrar, muchas empresas ya están programando suspensión de contratos laborales y la terminación unilateral de otros.
EL DESEMPLEO EN VALLEDUPAR
Y si los pronósticos de esta entidad resultan ser ciertos, la capital del Cesar seguiría en los primeros puestos nacionales de tasas de desempleo. Según los datos arrojados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, en febrero del año en curso, Valledupar figuraba como la quinta ciudad con mayor desempleo, con 17.9 %, panorama que desmejoró en comparación con el año 2019 (16,4 %).
Lea aquí también: Estos son los únicos sectores que podrán retomar actividades a partir del lunes
Además, el Dane cuenta que en la capital del Cesar, para finales del 2019, la población ocupada era en promedio de 169 mil personas, principalmente en actividades de comercio, hoteles y restaurantes (57.086 personas); transporte, alimento y comunicaciones (18.549); actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler (11.730); industria manufacturera (17.317) y en la agricultura (2.253).
HOTELES: EL PEOR MOMENTO DE SU HISTORIA
Pero las cifras de desempleo para este año serán diferentes. En otrora, para abril todas las habitaciones de hoteles y hostales estaban llenas de turistas deseosos de disfrutar las fiestas de la región. Ahora, estos lugares lucen apagados y sin huéspedes.
Lea aquí: Feria Caramanchel viene con el ‘Ciber Shop’
La presidenta de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia, Cotelco, capítulo Cesar, (que incluye los hoteles Sonesta, Sicarare, Vajamar y Tativan, en Valledupar; así como el Jorlín, en Bosconia) Dora Jazmín Pérez Páez, manifestó que los hoteles están cerrados desde el 25 de marzo, por lo que algunos empleados les adelantaron las vacaciones y otros están analizando qué harán con el pago de sus colaboradores porque reciben cero ingresos.
“Las directrices nacionales afectan al sector turismo porque no hay vuelos comerciales y no hay transporte interdepartamental. Si tenemos los hoteles abiertos nos impactará más todavía porque el costo fijo de cada lugar hay que cumplirlo y qué huésped va a llegar. Realmente estamos atravesando la peor crisis en toda la historia”, aseguró.
El presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio enfatizó que el sector turístico desapareció totalmente pese a que se decía de manera constante que sería el “nuevo petróleo del país”. Ahora la expectativa, agrega, es ver cómo el Gobierno evitará la quiebra total del sector.
OSCURA NOCHE
La renombrada ‘economía naranja’, centro de discursos de la anterior administración y del presidente Iván Duque, se “vino al piso”, así lo cree Urón Márquez: “Sin plata y sin la posibilidad de seguir promocionando la cultura, la música y las artesanías no hay quien compre”.
En el sector cultural, los propietarios de establecimientos de ocio, diversión, baile, azar y entretenimiento, que esperaban con ansias esta época del año porque se disparaban sus ventas, han sido otro de los perjudicados.
Ellos, a través de una misiva a finales de marzo, solicitaron a las entidades territoriales no aplicar sanciones a quienes no presenten a tiempo los tributos de Cámara de Comercio e Industria y Comercio, argumentando que al no operar se les hace imposible pagar a tiempo dichos impuestos.
Yasser Orozco, propietario de un bar en el Centro Histórico de Valledupar, contó que la mayor preocupación es el pago de arriendos, servicios y deudas con los bancos. “Con estas restricciones nos veremos abocados a cerrar definitivamente”, sentenció.
Por su parte, Carlos César Silva, otro propietario de estos sitios, señaló que el Estado debe ofrecerles alivios económicos al sector de los bares y discotecas, facilitando el trámite de créditos sin intereses y subsidiando parte de la nómina de los trabajadores.
NI CENTROS, NI COMERCIALES
Este panorama gris, casi oscuro, también contagió a los centros comerciales de la ciudad. Sandra García Arias, gerente del centro comercial Guatapurí Plaza, que cuenta con 202 locales comerciales, dio a conocer que cuando empezaron los casos de coronavirus en Colombia se registró una disminución cercana al 40 % en el tráfico de personas en el centro comercial, y desde el aislamiento preventivo se registró una disminución del 70 %.
Hoy solo funcionan droguerías, supermercados, entidades financieras y algunos restaurantes con servicios de domicilios.
Alejandra Carrascal, gerente de Mayales Plaza Comercial, que tiene 275 locales comerciales, expresó que será necesaria una actitud solidaria y resiliente para enfrentar el retorno y la reconstrucción de la industria.
VENTAS EN CERO
Segúnel presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, seccional Cesar, Octavio Pico Malaver, se presenta una dicotomía entre la vida y la economía al considerar que la cuarentena por la covid-19 es a favor de la salud de las personas, pero incide negativamente en la economía. “Va a tener efectos negativos, amén que la mayoría de comerciantes están quebrados, puesto que nadie aguanta un mes con ventas mínimas o de cero”.
Cerró señalando que apoya las decisiones del jefe de Estado, solo que quisiera que algunas medidas fueran realmente efectivas, señalando que las entidades bancarias solo hablan de meses de gracia y la rebaja de algunos puntos porcentuales en la tasa de interés.
ANNELISE BARRIGA RAMÍREZ/EL PILÓN