X

La divina y la urraeña

Ahora que leo lo sucedido de la Lady Godiva urraeña, que desfiló por las calles de esa población antioqueña en compañía de un man en físicos cueros, me he acordado que en Villanueva hace 50 años pasó lo mismo sin ninguna notoriedad, ya que no existían las redes sociales que riegan las noticias que pasaron en el Coventry paisa. Me cuenta una nativa de esa región, por cierto de belleza inigualable y que todavía se cree de 15 que lo que más le llamó la atención no fueron los protagonistas del desnudo sino la belleza del caballo que montaban y que a diferencia de los ingleses que cerraron sus puertas para no ver a su defensora desfilar desnuda, quien lo hizo para que le bajaran los impuestos, los montañeros se volcaron a la calle para manosear lo que la dama exhibía en pelotas.

Pero volvamos a Villanueva, hace 50 años: en las horas del medio día fui a buscar a una damisela apodada La Divina, por sus bellas curvas y bonito rostro, con quien la noche anterior me había tomado unos tragos, bailado pegadito y todo lo demás, pero me encontré que la hembra ya se la había llevado un amigo íntimo a quien le había contado el programa que tenía planeado y el sitio que tenía para ello. Me monté en el caballo, pues para la época no tenía carro y puyé para el río, llegué en silencio y los alcancé a ver como Dios los echó al mundo, poceando y riéndose a carcajadas y encima de una piedrona dobladita estaba la ropa de ambos, me bajé, la recogí y arranqué con el ánimo de asustarlos y después llevársela y pasadas unas dos horas lo hice y cuál no sería mi sorpresa cuando no encontré a nadie, eso estaba íngrimo.

Preocupado, regresé nuevamente al famoso burdel llamado “Pénjamo“ y los encontré entoallados, bailando y en temple y en forma jovial me dijo: te estacate, yo vi cuando llegaste, ella no y como te demoraste en devolvernos la ropa y ya el frío nos tenía acosao, la monté en el caballo, pues tampoco tenía carro, y atravesamos El Cafetal y parte de San Luis, ante la mirada incrédula y atónita de los que nos vieron y me conocieron, pues a ella jamás la habían visto. Me acuerdo de la sorpresa de Frijolito y Chente Paso, quienes estaban con tu compadre Checha Quintero, quien de una vez prendió su flamante camión Ford y me siguió hasta la “oficina de origen”. Les conté riéndome lo que había pasado y solamente agregaron: vainas son de nuestro compadre que con seguridad ahora cuando llegue, como si nada te brinda una botella de wisky y siguen la bacanal. Así pasó y hace más de 50 años en Villanueva también hubo una Lady Godiva, llamada Divina y hoy en Urrao también la hubo, pero no le sé el nombre.

****
Felicitaciones a la doctora Viviana López de Maya por la merecida exaltación que le hizo el Tribunal Administrativo del Cesar, eligiéndola como su presidenta, en donde estamos seguros que brillará por su idoneidad y atributos jurisprudenciales, tal como lo han hecho quienes la antecedieron.

 

Categories: Columnista
Jose_Aponte_Martinez: