Se acerca el 11 de marzo, día de las elecciones para elegir la nueva conformación del Congreso, y es bueno recordar que el voto, según nuestra Constitución Política, es un derecho y un deber ciudadano (Art. 258). No una obligación, pues los ciudadanos solo estamos obligados a cumplir la ley, pero, si un deber, pues es la forma que tenemos para elegir democráticamente a quienes nos han de representar en el Congreso de la República.
La decisión que se tome en el momento de ejercer el derecho al voto, debe ser libre de toda coacción indebida, y ojalá fruto de una información veraz, amplia y suficiente acerca del candidato al que vamos apoyar. Por lo menos debemos saber además del número y el partido al que pertenece, cuáles son sus propuestas, su probidad u honradez, experiencia e idoneidad y la forma en que financió su campaña política.
Ahora bien, paralelo al proceso de elección de congresistas, se van a llevar a cabo dos consultas interpartidistas la del partido Centro Democrático para escoger candidato a la Presidencia, entre Alejandro Ordoñez, Martha Lucia Ramirez e Iván Duque, y la consulta de la izquierda que escogerá candidato entre Carlos Caicedo del partido Fuerza Ciudadana, y Gustavo Petro, por el partido Mais y Colombia Humana. El Partido Liberal ya hizo su consulta democrática, resultando ganador Humberto De La Calle. Desde luego que usted tendrá el derecho de votar por una de las consultas, o abstenerse de hacerlo.
Resulta muy interesante estos procesos porque además en un futuro próximo, también se podrá votar por la reducción del salario de los congresistas, consulta liderada por el Partido Verde, y es bueno que usted amigo(a) lector(a) solicite ese tarjetón y haga valer su voto. Por mi parte me permito decir que apoyaré esta iniciativa votando por el Sí. Pues considero que no se justifica que nuestros parlamentarios devenguen salarios cercanos a los treinta millones de pesos mensuales, cuando más del 50 % de los colombianos gana un salario mínimo o menos. No se justifica que Colombia siendo el tercer país más desigual del planeta después de Haití y Angola, se pueda dar el lujo de tener un Congreso con salarios tan elevados; y por último, para nadie es un secreto que en los últimos tiempos el Legislativo, se ha convertido en el mayor foco de corrupción de este país, y la labor de los señores congresistas, con muy contadas excepciones, es bastante mediocre e ineficiente.
El que agacha la cabeza cada vez que le recuerdan que fue senador, es el doctor Juan Lozano Ramirez, quien siente verdadera vergüenza con él mismo, pues no se imaginó jamás que una vez obtenida la curul, se iba a encontrar con tamaña podredumbre. Los invito pues, a votar la iniciativa de la rebaja salarial a los congresistas, es un deber moral de todos los ciudadanos de bien.