Desde el 10 de diciembre de 1950, dos años después de que fue aprobada la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), se conmemora el Día de los Derechos Humanos, para recordar que estos son inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.
Colombia como uno de los países miembros de la Organización de Naciones Unidas –ONU-, mediante la Ley 95 de 1985, declaró el nueve de septiembre como Día Nacional de los Derechos Humanos, por disposición del Congreso de la República.
Todas las personas tienen los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles, según lo estipula la Declaración. Sin embargo, se debe analizar el tema de Derechos Humanos desde dos ópticas: la primera la violación o cumplimiento de estos, y la segunda, la labor de las instituciones y defensores para protegerlos.
Colombia siempre ha estado en la mira de las organizaciones internacionales por la sistemática violación a los derechos humanos, situación que en el Cesar se ha vivido en carne propia. Por la violación a éstos, es que hoy la Unidad de Víctimas en el departamento tiene registradas cerca de 300 mil personas, que han sufrido por distintos hechos victimizantes, mientras que un número considerable de éstas reclama sus derechos sobre la propiedad de la tierra, convirtiendo al Cesar en el tercer departamento colombiano donde más se ha registrado despojo de tierra por cuenta de las acciones ilícitas de los grupos armados ilegales -195 mil hectáreas están en litigio-.
Estas cifras son escandalosas. Significan que el 30% de la población padeció por la vulneración de sus derechos. Y son escandalosas porque este es un departamento con menos de un millón de habitantes, según los datos del DANE. El reto del Gobierno Nacional, de las autoridades cesarenses, en especial de los alcaldes de los 25 municipios y del gobernador, es grande debido a que deben actuar de manera eficaz y eficiente para reivindicar los derechos a estas víctimas y evitar su repetición.
Por otra parte, es un día propicio para hacerle un reconocimiento especial a los defensores de derechos humanos, que aún a costa de su propia vida, siguen en el trabajo de defender a otros, cuando ellos mismos ni siquiera tienen quién los defienda. En el primer semestre de este año –entre enero a julio- asesinaron a 37 defensores de derechos humanos, un 27% más que el número de muertes ocurridas en el mismo periodo del 2012. La defensa de los derechos humanos es una labor peligrosa que requiere el apoyo de las instituciones, que deben verlos como aliados y no como enemigos, tal como sucede en varios de los municipios cesarenses, donde muchos defensores a pesar de estar amenazados no cuentan con el apoyo del Estado.
Hoy en Valledupar se conmemorará y exaltará el Día Nacional de los Derechos Humanos, con diversas actividades. EL PILÓN aplaude la unión de todas las instituciones que participan en esta celebración –Alcaldía, Personería, Defensoría, Programa de Paz y Desarrollo del Cesar, organizaciones no gubernamentales-, pero llama la atención para que estas acciones no sean sólo por hoy, sino todos los días del año. Los derechos humanos se vulneran todos los días y merecen atención permanente.