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La cultura vallenata… pisando firme

El titular de esta nota puede sonar un poco pasmoso, en el entendido que hablar de cultura vallenata es casi obligatorio pensar que se habla de la música vallenata y todo aquello que gira sobre los personajes protagonistas de la misma; acordeoneros, cantantes, compositores y demás.  Pero no es así.

Tampoco obedece, no exclusivamente, a las actividades que se ejecutan desde la oficina de cultura y que buscan tapar huecos para ‘emparapetar’ metas de programas de gobiernos hechos para ver qué sale.

Un concurso de canto aquí, un baile allá; un foro, con los mismos de siempre, en un auditorio, también de siempre, para hablar de lo mismo de siempre.

Pero no hay políticas públicas serias de proyección cultural que se enmarquen en un contexto de formación: teatro, cine, audiovisuales, literatura, artesanías, danza etc. 

Darle vida, soporte académico, fomentar otras expresiones diferentes al mundo vallenato de la música de acordeón.

Gestar y promover también, actividades escolares que se convierten en un referente importante de formación y estímulo a los niños, niñas jóvenes y adolescentes en el campo de las letras, por ejemplo; Martha Navarro Bentham se ha dedicado a desarrollar una ‘Lunada Literaria y Cultural’ en la Institución Educativa Loperena Garupal; son seis años adelantando esa actividad y pregúntenle ¿quiénes le apoyan? 

Y como ellos, otras instituciones educativas, públicas y privadas, reman solos en este mar de improvisación cultural

Wilfrido Rodríguez Orozco, poeta vallenato viene desarrollando una actividad literaria importante, que, desde su último reconocimiento, me permitió ilusionarme con ese titular.

Acaba de recibir una distinción especial por su calidad poética en el II Concurso internacional de poesía inédita ‘en lo alto del río’ Zapatoca 2022 con el poema ‘Lo que oculta mi sangre’.

Además, tendrá la oportunidad de hacer parte de la antología literaria impresa con mención especial.

Conjuntamente con José Atuesta Mindiola, este año 2022, fueron ganadores del tercer concurso internacional mil poemas por la paz del mundo. ‘Encuentro poético, Luna Virtual’

También exaltados en el reciente encuentro de escritores del Cesar que fomenta de manera especial la biblioteca departamental Rafael Carrillo Luque.

El colectivo cultural Valle de Poesía, sigue promoviendo los diferentes actores literarios y de igual forma los espacios que le permiten a los protagonistas de noticias culturales gestar y vender sus actividades.

La cultura vallenata pisando firme, nuestros grandes poetas y escritores en general, muy activos en los diferentes sectores, publicando sus libros y antologías de manera personal, cada uno en su mundo. 

Pero aún no se ha podido engranar, lo individual con lo colectivo en los procesos públicos; en las diferentes actividades, todo mundo tira para su lado y aquí impera la ley del que más saliva tiene, más harina traga. 

El consejo municipal de cultura, parte sin novedad, sigue este órgano como un convidado de piedra para fomentar las políticas públicas de la cultura en Valledupar, que no existen; y así como vamos nunca existirán. 

Llegó Alejandra Izquierdo, dinámica, hay que reconocerle sus ganas, pero la oficina de cultura en Valledupar, sigue siendo la caja menor del señor alcalde. Tristemente.    Solo Eso.

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Eduardo Santos Ortega Vergara: