Ha tomado la decisión el presidente de la República, Iván Duque Márquez, de prorrogar la cuarentena hasta el día 26 de abril. Ha tenido en consideración los hechos, datos y consejos de expertos. Ha observado el buen progreso de la contención de contagios; parece que la curva de casos y decesos se ha ido aplanando. Estas muertes son lamentables. Sin embargo, es apropiado actuar con precaución.
Un elemento determinante en esa decisión fue la ausencia de pruebas masivas de detección, ciertos de que habría muchas personas asintomáticas pero con el virus y que son un elemento de contagio sin mucho control. Y el hecho, no expresado públicamente, de que alistar el sistema de salud tomaría un tiempo, más cuando insumos claves para aumentar las Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, como respiradores mecánicos, no son fáciles hoy de obtener en ningún mercado, sobredemandado por desesperados 150 países.
Es decir, que necesitamos tiempo, no solo para darle, a través del distanciamiento, un mayor respiro a la curva epidemiológica sino a la mejora del sistema y a los test masivos.
Esa cuarentena debe ser monitoreada día a día, para que con información confiable sobre hechos y tendencias, se pueda abrir, bajo el ahora llamado ‘acordeón’, la posibilidad de que ciertas regiones, grupos poblacionales y algunas actividades vayan recuperando paulatinamente su contribución a la creación de ingresos, empleos y regalías para las administraciones que requieren financiar los inmensos gastos de la pandemia.
Es el caso de la minería , hoy parada, a pesar de que está excluida de la cuarentena, y de la conveniente reactivación de la construcción y las obras viales, que se desarrollan a campo abierto, en zonas cálidas, soleadas y rurales y cuyas empresas pueden y deben evitar la aglomeración de trabajadores, en sus transportes y restaurantes.
El retiro del director Andrés Llamas
A esta casa editorial le ha hado tristeza la separación del periodista Andrés Llamas, quien fungía como director.
Una persona joven con buena capacidad e iniciativa, abierto a las nuevas tecnologías y que fue vital en la preparación, presentación y dinámica de los eventos, foros y ferias, que desarrolló con energía El PILÓN en los últimos 24 meses, una actividad que se volvió fundamental para el medio en su conversación permanente con sus nuevas audiencias. Esa actividad se ha suspendido lamentablemente por efecto del coronavirus y esperamos reactivarla de manera presencial hacia mediados del presente año.
Aunque las personas pasan y las instituciones quedan, siempre tenemos presente que EL PILÓN para esa buena constelación de directores, en los últimos años, que tuvieron el desafío de emular y seguir el legado de quien fue durante muchos años su director, Dickson Quiroz, sigue siendo una casa abierta del periodismo regional. Carlos Alberto Maestre, Ana María Ferrer, Martín Mendoza – y ahora Andrés- los seguimos queriendo semana tras semana y son referentes consultados, por su condición de colaboradores generosos de este diario, en escenarios como su junta directiva o como consejeros editoriales.