El Cesar es golpeado por una de las sequías más intensas de los años recientes, la mayoría de ríos tienen poca o perdieron el agua en su totalidad, el pasto se secó y los animales de corral no tienen que comer; las temperaturas y la mano indiscriminada del hombre generan incendios de grandes proporciones y como si fuera poco las concesiones de agua están captando más de la otorgada por Corpocesar.
¿Cuál es el camino?, ¿Quién tiene la solución?, ¿No han asimilado la llegada del cambio climático? Son incógnitas de los habitantes de un departamento que en otrora era rico en agua que favorecía la ganadería y cultivos de pancoger.
En un recorrido desde Curumaní hasta San Alberto, el secretario de Ambiente Departamental, Andrés Arturo Fernández encontró que de 20 afluentes visitados solo cinco tienen corriente de agua, pero no la suficiente para abastecer a los acueductos locales y los restantes están secos.
La inspección arrojó que la quebrada Simaña en Pelaya, el río San Alberto en San Alberto, el arroyo Hondo en Pailitas, el caño Simití, el río Torcorona son los únicos afluentes con agua.
“Asumiendo mayor cantidad de lo entregado por la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla) en el permiso de explotación, es algo verdaderamente preocupante y nos pone a elevar nuestra voz hacia la Anla y el Ministerio de Ambiente para que entre a regular las empresas que están acabando con los recursos naturales de nuestro departamento”, declaró Fernández luego del recorrido.
Denunció además el funcionario que en el municipio de San Martín existe una cantera para la explotación de material de arrastre, sin licencia ambiental.
Río Guatapurí
Caso aparte es el río Guatapurí donde la corriente ha decaído más del 60 por ciento en los últimos meses y la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, encontró que las concesiones están captando el agua sin ningún tipo de regulación.
La cuenca baja del Guatapurí está irreconocible, hay más piedras que líquido y sin embargo a la fecha no ha sido clausurada ninguna concesión por parte de Corpocesar.
En el río Cesar también se evidencia la afectación, pero además de la sequía padece la contaminación con las aguas residuales de la planta de tratamientos de la empresa de servicios públicos de Valledupar, Emdupar.
Corpocesar dice que la carga contaminante ha disminuido pero la comunidad de zonas como Las Pitillas, corregimiento de San Diego, afirman que es todo lo contrario porque con el intenso verano los olores son más fuertes.
Como estos son muchos los puntos para exponerlos ante el ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo López, que hoy estará en Valledupar en compañía del director del Ideam, Omar Franco, liderando un foro sobre el cambio climático.
Vallejo López atenderá a las 10:30 de la mañana a los medios de comunicación la ciudad en la Gobernación del Cesar y luego estará en el auditorio ‘Luis Rodríguez Valera’.
Los ríos del Cesar pasaron a ser desiertos, quedaron con las huellas de las grandes corrientes que en una ocasión nutrieron a muchas poblaciones del departamento.
“Es algo verdaderamente preocupante y nos pone a elevar nuestra voz hacia la Anla y el Ministerio de Ambiente para que entre a regular empresas que están acabando con los recursos naturales de nuestro departamento”, Andrés Arturo Fernández.
Por Carlos Mario Jiménez
carlos.jimenez@elpilon.com.co