En nuestras páginas impresas y contenidos digitales, hoy les presentamos el tortuoso proceso de elección de rector en la Universidad Popular del Cesar, nuestra más querida escuela de educación superior en el departamento.
Esperamos poder contar con amplitud los pormenores de la consulta estamentaria que no deja de ser controversial por diversas razones.
En múltiples oportunidades hemos editorializado sobre lo que la Universidad necesita; consejos para los estudiantes, egresados y docentes que pueden elegir a cinco candidatos a rector o rectora, y también hemos resaltado las oportunidades de cambio hacia el futuro que la alma mater posee, pero que no ha podido consolidar por las coyunturas. La politiquería, la deshonestidad, las malas prácticas, aquellas que tanto condenamos en el marco de los procesos electorales de Colombia, no se marchan de la Universidad Popular del Cesar.
La consulta no llevaba dos horas el pasado 28 de noviembre y ya había quejas, enfrentamientos, denuncias, impugnaciones, fallas técnicas…
Consideramos que debido a todas situaciones negativas que han rodeado el proceso eleccionario en la Universidad, finalmente la perjudicada es la credibilidad, y no serán únicamente la opinión pública o los medios de comunicación quienes lo sentirán así, desde adentro, los mismos líderes estudiantiles y del cuerpo docente, directivos, entre otros, recibirán con recelo cualquier decisión que se tome al final con base en los resultados de votación.
Es grave y es urgente que observadores, no necesariamente externos, acompañen de cerca el proceso. La Universidad no puede continuar siendo escenario de viscerales debates que nada tienen que ver con el debate de la democracia.
Entendemos la enorme importancia de lo que allí se está llevando a cabo y por esto entendemos profundamente las emociones candentes, conmovedoras, airadas que se observan, pero las cosas deben aterrizarse por el bien de la alma mater.
Dos cosas para colmo: la no presencia de la Policía Nacional en la sede Sabanas pues, como todos sabemos, no es muy buena la relación entre estudiantes universitarios y la institución en este momento. Alguien mencionó que no era muy buena idea que uniformados estuvieran cerca del proceso, y, en últimas, ¿qué tal una intervención contundente de la Policía Nacional cuando estudiantes se increpaban unos a otros por los votos? Y segundo, la renuncia de la rectora encargada, Alexi Brito, “por motivos personales”, acabó de enrarecer el ambiente; ¿sí era el momento? Es la segunda dirigente académica en calidad de encargo que abandona el proceso.
¿Quién o quiénes están detrás de que la elección a rector no se desarrolle en la UPC? Las horas van pasando, se está acabando el año y no hay claridad, ni elegidos, nada. Solo golpes a la credibilidad.