Reflexiones de Tío Chiro y Tío Nan
Por: Aquilino Cotes Zuleta
Transcribo las reflexiones de mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan, durante nuestra tertulia de ayer martes.
“Los datos estadísticos expresan claramente el alto nivel de corrupción que tenemos en Colombia, en el departamento del Cesar y el Municipio de Valledupar”.
“Las gobernaciones, alcaldías, entidades regionales, universidades, colegios, escuelas y hasta inspecciones de policías no se soslayan de ese imperio del robo privado en detrimento de la cosa pública y la sociedad”, expresó Tío Nan para comenzar la tertulia.
“Se observa que cunde como verdolaga en playa el “CVY” (¿Cómo voy yo?”). Y en los contratos no solo saca su tajada el “jefe” de la oficina, sino que hay un séquito de amigos y familiares que también participan de esa clase de terrorismo: la corrupción”, dijo Tío Chiro.
“Compadre, aquí el comportamiento de hurto es normal y se pone en práctica el pensamiento del construccionismo, porque surge esa construcción social o práctica que es tan natural entre todos los que participan en este escenario social. Se asume, entonces, una cultura equivocada, que todos permitimos y hasta compartimos, se crea el paradigma de la corrupción”, aclaró Tío Nan.
“Según la Procuraduría, Fiscalía y organismos de control, gobernadores, alcaldes, diputados, concejales, congresistas y funcionarios públicos de todos los pelambres se han robado al país, en detrimento de una gran mayoría de colombianos que pasa hambre, que no tiene viviendas ni salud”.
“No sólo hemos observado en los últimos años el mismo desperdicio y la acelerada contratación en municipios y departamentos, sino que una gran parte de ese dinero, seguramente, ha tomado rumbo hacia los bolsillos de una minoría de funcionarios que desde diferentes posiciones de la vida pública aprovechan su poder para enriquecerse ellos, sus amigos y familiares”, enfatizó Tío Chiro. .
“Claro, compadre, lo anterior es difícil de probar, no porque no existan pruebas o hechos que así lo demuestren, sino porque nadie o muy pocos están dispuestos a sostenerlo y quien denuncie puede estar seguro de que le arrebatan la vida y la de su familia. Los corruptos asesinan a quienes los denuncian para quedar ellos sanos y salvos. En Colombia, en el Cesar y Valledupar es así, aunque prácticamente no se pueda demostrar”, precisó Tío Nan.
“Lo más lamentable es que cuando denuncian actos de corrupción o triquiñuelas de un funcionario para hacerse elegir en un cargo público o porque saquea el erario, enseguida sale el funcionario a señalar que lo están persiguiendo políticamente, que no lo dejan trabajar, que son sus enemigos, que lo malo se hace a su espalda, que es cuidadoso del dinero público, que tiene sus manos limpias, etc. Pero no acepta que se equivocó, que hizo y patrocinó procesos indebidos para ostentar el cargo que tiene”, acotó Tío Chiro.
“Compadre, analicemos lo siguiente: Con mi dinero construyo una escuela de $450 millones. Esa misma escuela construida por un funcionario público le vale al Estado $4.500 millones”.
“La corrupción campea por culpa de nuestros servidores públicos también en los hospitales, en detrimento de los enfermos, y hasta en los alimentos que compran los funcionarios para alimentar a nuestros niños desnutridos de la región. Lo anterior equivale a los miles de muertos por los bombardeos atómicos ordenados por Estados Unidos contra Hiroshima y Nagasaki, el 6 y el 9 de agosto de 1945”, corroboró Tío Nan.
“Es que la corrupción que toleramos es la síntesis de antivalores que afectan toda la vida en sociedad”.
“Según El Observatorio de la Universidad Colombiana los cálculos del Ministerio Público y del Zar Anticorrupción indican que los recursos con los que se quedan los corruptos equivalen a la financiación de dos años de la seguridad democrática; podrían ser subsidios de vivienda por valor de 11,5 millones de pesos para 347 mil familias de escasos recursos o cubrir la educación de 325 mil niños. Me resisto en compartir que todos tenemos en común el patrocinio a la corrupción, por favor reaccionemos”, concluyó Tío Chiro.
Hasta la próxima semana.
tiochiro@hotmail.com