ESTA ESQUINA
Por: Hernán Araujo Ariza
Mientras la mayoría de colombianos aprovecharon su Semana Santa para descansar, viajar o simplemente desconectarse de la rutina de noticieros, periódicos y radio; entre Medellín y Bogotá se movían los candidatos presidenciales Sergio Fajardo y Antanas Mockus, para allanar el terreno de una posible alianza. Terminó el corto periodo de vacaciones y regresamos a la normalidad, ambientados por una noticia que sacudiría el aletargado panorama político presidencial.
Ahora que es un hecho la unión, comprende uno la decisión de Mockus de no escoger a alguno de sus dos compañeros de trío como fórmula vicepresidencial. Astuta y cautamente dejó abierta la puerta y vacio el espacio; simplemente esperando el momento.
Entonces encontraron apropiada, la natural ‘caída’ de Fajardo en las encuestas, debido al revés sufrido en las elecciones a congreso. Aprovecharon que el triunfo del Partido Verde -con su arrolladora votación en Bogotá y en la consulta- los ponía en mejor posición, y tendieron el puente.
Era una alianza coherente por la similitud de discursos y perfiles de los candidatos, pero además, complementaria. Los verdes tienen fortaleza en Bogotá y tres departamentos más, donde eligieron senador. Compromiso Ciudadano tiene fuerza en Medellín y muchos equipos que han acompañado el trabajo de Fajardo por cerca de dos años en 29 departamentos de los 32 de nuestra geografía. Sin embargo, nada de eso era nuevo como para cambiar el panorama y desembocar en alianza.
¿Qué fue entonces lo que motivó tal paso? No fueron las encuestas, como han señalado, pues nunca el porcentaje de diferencia fue tan alto como para no remontarlo con algo de creatividad. Tampoco creo que fuera falta de olfato o simple soberbia, como muchos ‘sabios del día después’ han insinuado. Creo más bien, que fueron las profundas desigualdades vividas en la contienda, lo que terminó poniéndole la ‘cereza’ a ese coctel de situaciones que hicieron necesaria la unión, en busca de la fuerza.
Porque aunque no queramos reconocerlo, una cosa es tener en la cuenta siete mil millones de pesos del estado para empezar la campaña (como le ocurre a todos los candidatos de partidos políticos constituidos), y otra cosa es no tenerlos. Esa es la respuesta para todo aquel que se atreva a hacer política al margen de los desprestigiados partidos políticos establecidos.
Pero bueno, ya la alianza está consumada. Mockus lagrimeó en el acto de presentación formal, seguro por saber que tiene al mejor vicepresidente de toda la contienda. O me van a decir que en otra campaña cuentan hoy con una figura que bien puede seguir manejando una agenda de visitas paralela a la del candidato presidencial y salir a recorrer el país, como lo ha hecho Sergio Fajardo.
MI ÚLTIMA PALABRA: Aplaudimos la buena labor que viene haciendo la alcaldía desde hace algún tiempo, de ‘sanar’ todos los huecos de la ciudad. Me ha resultado sorprendente la diligencia con que lo están haciendo, pues en muchos sitios ya nos habíamos acostumbrado a esquivarlos. Lo felicitamos por la intervención ambiciosa de mejorar el extenso bulevar de la avenida Simón Bolivar para el desfile de piloneras. Solo falta que se acuerden de instalar las luminarias que necesita La Pilonera Mayor. Ojalá sea antes que algún vago empiece a hacer de las suyas, como hicieron con Los Poporos.
www.pipearaujoariza.com