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La construcción del PDM: insumos para la seguridad

Una recompensa de hasta cinco millones de pesos y requisas sorpresa a conductores y vehículos en avenidas de Valledupar, así como los habituales patrullajes, son las medidas visibles de choque que ha tomado la Policía del Cesar en alianza con la Alcaldía de Valledupar para contrarrestar la serie de hechos delictivos que nos conmueven y preocupan por estos días.

Es innegable que el gobierno de Mello Castro González ha tenido un fuerte reto de inicio. Estas temporadas de asaltos y homicidios, hechos casualmente registrados en cámaras, son una muestra de cómo puede una comunidad verse avocada a enfrentar duras épocas de miedo. Pero ante la crisis no queda más salida que la estrategia. Precisamente, a las medidas visibles se suman aquellas que no se ven, ejecutadas por unidades de inteligencia policial, militar y de Fiscalía, y de las cuales esperamos resultados pronto.
Estos crímenes generan un aumento en el fenómeno de la percepción de inseguridad, que como lo hemos señalado antes no es una negación de los hechos criminales, sino que son, por el contrario, una de las más lamentables consecuencias de una inseguridad real: personas que no han sido víctimas sienten que pueden serlo en cualquier momento y cesan actividades, bajan la productividad, afectando la locomoción, el desarrollo comercial, etc.

Justo en este momento, el alcalde y su equipo de trabajo construyen el Plan de Desarrollo Municipal, PDM. Lo hacen en las comunas, y allí esperamos que no solo el Gobierno recoja con destreza el sentimiento popular, también que sepa indagar con la misma pericia por las preocupaciones de la gente en materia de seguridad.

Los barrios son el epicentro del sentir ciudadano y en estos territorios es donde más se desarrollan los fenómenos que dan como resultado la inseguridad puntualmente y con esto no queremos ignorar que es la corrupción en todos sus niveles la causante de los fenómenos, entre ellos el de la inseguridad.

Invitamos a la Alcaldía, a la Gobernación del Cesar, a que recogen los insumos para sus planes de desarrollo, a estrechar con más ahínco los lazos con la gente. Las comunidades necesitan poder confiar en sus autoridades para colaborar con la seguridad, y si esto no se logra tendremos cuatro años de desconexión entre los gobiernos y sus gobernados.

Los talleres técnicos y sociales del Plan de Desarrollo son fundamentales para que los que pueden dar información clave la den y se establezcan estrategias que les cierren la puerta al sicariato, hurto y microtráfico, un trio de terror que opera en esta capital y en todas las de Colombia, sin falta.

Mientras tanto, las medidas de choque urgente deben dar resultados pronto pues la comunidad lo exige y hasta no verlas se seguirá sintiendo insegura, sin respaldo y descontenta. Esto redunda en más problemas.

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