El 30 de mayo de este año fue lanzado al espacio el cohete Falcón 9, poniendo a la nave Crew Dragón en la órbita de la tierra; sin embargo, la noticia es que con este vuelo se dio inicio a una nueva era en la exploración espacial por parte de los Estados Unidos, que permitirá que las operaciones espaciales de rutina, a realizarse por encima del planeta, estén controladas por el sector privado.
El interés del hombre por conquistar del espacio no es nuevo, en el siglo XIV el pintor y arquitecto italiano, Leonardo da Vinci, dibujó una maquina voladora e ideó un tornillo aéreo que resultó ser el precursor del helicóptero. Este fue el impulso que llevó a Julio Verne a escribir novelas de ciencia ficción, en el siglo XIX, en la que narra viajes desde la tierra a la luna, y al alrededor del satélite natural de nuestro planeta. La conquista del espacio comenzó a darse a mediados del siglo XX, lo que se transformó en una guerra por la supremacía espacial entre Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Fue la materialización de los sueños del hombre por alcanzar parte del cosmos lo que motivó a varios autores de música del Caribe colombiano a componer canciones haciendo mención de algunos hechos históricos relacionados con este proceso. Entre los temas musicales asociados con la conquista del espacio encontramos a: ‘Que buscan los rusos en el cielo’, y el merengue vallenato ‘El Universo’. Otra canción es la llamada ‘Alunizaje’, grabada en aire paseíto, que está incluido en el marco del género conocido como música sabanera.
La URSS, en los años cincuenta del siglo pasado, inició la conquista del espacio apoyada en el cohete R-7 Semyorka, que utilizaron, inicialmente, para poner al satélite Sputnik en la órbita de la tierra. Luego, enviaron al espacio, en una nave espacial, a una perra callejera que llamaron Laika. En 1961, el cosmonauta Yuri Gagarin orbitó y dio vueltas a la tierra en una nave espacial. En ese mismo decenio la cosmonauta Valentina Tereskova viajó al espacio donde permaneció por cinco días girando en torno a la tierra. En 1965, el cosmonauta Alexander Leonov se convirtió en el primer ser humano en hacer una caminata espacial. Los soviéticos, también, lograron tocar la luna a través de la nave espacial Luna 2 y fotografiar, por primera vez, la cara oculta del satélite natural de la tierra.
Este conjunto de resultados espaciales llevó al compositor de música vallenata, Manuel Contreras Marriaga, nacido en Chibolo, Magdalena, a componer la canción ‘Qué buscan los rusos en el cielo’, en la que, entre otros asuntos, rechaza la exploración del espacio que estos habían hecho. También les pregunta qué buscan en el espacio si los planetas los puso Dios en el cielo para que nadie fuera donde ellos estaban. Asegura, además, que al cielo solamente pueden ir los que se mueren.
“Ya los rusos llegando al cielo
Hasta las estrellas se quieren robar
Solo le diremos
Dejen a Dios en paz.”
Estados Unidos respondió a los soviéticos poniendo en la órbita de la tierra, en 1958, el satélite el Vanguard 1, donde aún se mantiene. Tres años después la NASA mandó al espacio al chimpancé Ham, donde permaneció durante 16 minutos y 39 segundos. En 1968 enviaron al espacio la nave Apolo 8, constituyéndose en la primera tripulada por seres humanos en volar en torno a la luna. El 20 de julio del año 1969 se produjo un hecho histórico para la humanidad: los astronautas Armstrong y a Aldrin, abordo de la nave Apolo 11, descendieron en la luna.
Los logros de los soviéticos y norteamericanos en materia espacial llevaron al cantante de origen cartagenero, Carlos Román, a componer la canción ‘Alunizaje’, que cantó en ritmo de paseíto, con el acompañamiento del acordeonista Morgan Blanco. Debió ser a finales de los años 60 o a principios del 70 cuando este tema fue grabado en el formato de 78 RPM, por parte del sello Sonolux.
En la canción, el autor se convierte en participe en la conquista del espacio al ir a la luna en su propia nave espacial. Estando en ella le asegura a su acordeonista: “Oye Morgan, qué bonita se ve la tierra desde aquí, desde la luna”. Román revela, además, un descubrimiento que las dos potencias mundiales no habían lograron hacer: que la luna tiene una hija que se llama lunita, a quien identifica como: “La más bonita, la más lunera”. Y tras alunizar, el satélite natural de la tierra le dijo: “Nada de gringo, nada de rusos, nada de mico, nada de perros, viene a la luna, viene a la luna es una fortuna, un privilegio, que de la tierra llegaras tú”.
Santander Monroy Fontalvo es un compositor, cantante y acordeonista nacido en el centro del departamento del Magdalena, que, motivado por la llegada del hombre a la luna, compuso tres canciones clasificadas en el género vallenato. Dos de ellas son en aire de paseo y se llaman ‘La geografía una y dos’, en ellas hace un examen geográfico de la tierra. Mientras que la otra se llama ‘El Universo’, que es un merengue y en la que hace una descripción de parte del universo. También lo impulsaron a hacerlo una frase de una canción interpretada por Juancho Polo Valencia y la lectura de dos libros de geografía.
La frase “la tierra hizo un suspiro, hizo temblar al universo”, cantada por Juancho Polo Valencia en la canción ‘Suspiros de la tierra’, llenó de interés al adolescente Santander, que escasamente había cursado segundo de primaria, por conocer, con detalles, la tierra. Interés que comenzó a satisfacer cuando leyó un libro de geografía que un bachiller había dejado en su casa. Después de leerlo compuso la canción ‘La Geografía Uno’, libro que fue consumido por un incendio que arrasó el rancho de palma y bahareque que habitaba en una finca para donde se había mudado con su familia.
Después llegaría a sus manos otro libro de geografía, en esta oportunidad lo obtuvo hurtándoselo a una sobrina que era estudiante de bachillerato en el Liceo Celedón de Santa Marta. Se lo llevó para la finca donde laboraba como cultivador del campo, donde lo leía cada vez que tenía oportunidad, encontrando la información que lo llevó a componer la canción que le dio el nombre de ‘El Universo’.
“Lo que vengo a relatarles nació de la mente mía
Y para usted vengo a explicarle por si acaso no sabía
Le hablaré de los planetas que rodean al universo
Con exactitud y certeza más de este que habitamos”.
En la canción es mencionado el conjunto de planetas que componen el universo, destacando, además, el tamaño, en kilómetros cuadrados y el peso del planeta en el que habitamos. La vía láctea es motivo de análisis al indicar que está conformada por millones de estrellas y otros cuerpos que se creen pueden tener forma de discos, de los que dice giran como una rueda y a gran velocidad.
De nuestra galaxia menciona que, además de los planetas, encontramos al sol que se ubica a uno de los costados del sistema planetario.
“Meteoritos y planetoides
Que por millones se cuentan
Cometas dicen que giran en torno al sol
En órbita irregular
Tal y como lo dice la ciencia”.
La densidad y magnitud del universo, así como las distancias universales, son descritos en este tema musical. De las distancias asegura que los astrónomos debieron recurrir a la medida del año luz para poderla determinar. De la estrella más cercana a la tierra, después del sol, dice que se trata de la Alfa Centauro cuya luz dura cuatro años en llegar a la tierra.
“Pero hay otra más lejana
Ay, que dista de la tierra
Cuatrocientos años luz
Y es la estrella Polar”.
Las galaxias no se quedan por fuera del merengue vallenato, al mencionar que la más cercana a la vía láctea es la Gran Espiral de Andrómeda e Iris, que se encuentra a setecientos cincuenta años luz.
“Según experimentos recientes se ha podido demostrar
Que las galaxias se alejan unas de otras a velocidad fantástica
Aparentemente el universo está creciendo”.
Mientras lo entrevistaba para conocer el origen de sus canciones, ‘La Geografía’ y ‘El Universo’, me explicó cómo llegó el hombre a la luna: “La luna está en la misma zona de gravedad de la tierra, entonces los manes arrancan de aquí y cuando llega a la órbita de ella apagan los motores y juuaa’ los lleva allá”.
Por Álvaro Rojano