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‘La confianza’, un canto de independencia

“Dice la malpensada de mi experiencia: No te creas ese cuento que eso no va. Se están aprovechando de tu inocencia”. Y es que sabe la experiencia que ha sido difícil, que Colombia ha estado por muchos años sumergida en un imaginario de profundidades fangosas donde se le enseñó a la gente a desconfiar, a ‘no dar papaya’.

No obstante, sabe también la experiencia que aquel abismo es invivible y que la única forma de salir de él es mudando el imaginario, dando cabida a un nuevo sentir y un nuevo actuar, cimentados en la confianza, en la fe, en la decisión de avanzar hacia un nosotros que logre conjurar la vocecilla que a menudo susurra al oído que ese es “un cuento muy bonito pa’ ser verdad”. Sabe la experiencia que “seguir como estamos ya es lo peor que nos puede pasar”.

Es aquí donde aparece como único camino acudir a la independencia; libertarse de la desconfianza y la indiferencia, tener la voluntad, el coraje y la decisión de abrirse a un nuevo imaginario en el que sea posible cambiar la ‘ley de la papaya’ por la cultura de la confianza y avanzar juntos para tejer un nosotros, donde los unos a otros puedan mirarse a los ojos y plantearse el desafío: “Intentemos lo imposible y logremos que este sueño sea en verdad inmarcesible”.

La confianza’ es el nombre de una canción escrita por el cantautor cesarense Andrés Mendiola, el rapero cucuteño Ahiman; interpretada por ellos con el premio Grammy llanero Cholo Valderrama; la también premio Grammy de Aterciopelados, Andrea Echeverry, producida por Carlos Huertas, y que hace parte una apuesta que durante más de un año se ha tejido con los hilos diversos de todas las regiones de Colombia en la tarea de construir una nueva narrativa que logre inspirar y mover a los indiferentes en pro de la transformación de la guerra a la paz. Se trata de un proceso de construcción conjunta entre diversos actores de los 32 departamentos del país, la Oficina del Alto Comisionado para la Paz – OACP y la cooperación internacional.

“Hacer esta canción fue un reto muy bonito. Hay unas cosas que fluyen más en la vida que otras y en esta canción todo fue perfecto o yo estoy en una época en la que permito que las cosas fluyan más; no me detengo tanto, entonces fue naturalmente fluido y bello todo el proceso”, dijo Andrés Mendiola, quien añade que “fue muy gratificante encontrar, sin ser –creo- cursi, el sentido de la palabra confianza; tú sabes que no es una palabra tan fácil de digerir ni de aceptar. Fue un proceso muy lindo”.

Cuenta el cantautor que para la grabación convocaron a varios artistas nacionales. “El cholo Valderrama estuvo en nuestros planes desde el principio y buscamos la manera de contactarlo. Así como es de grande es de sencillo; se trasladó ocho horas hasta Villavicencio y nosotros fuimos allá, lo conocimos y grabamos. Es un personaje divino; a mí me impacto mucho su carácter, su buena onda, su grandeza y su humildad. Tuvimos una tarde muy chévere con el maestro y me parece que le dio el color preciso a ese lado de Colombia que queríamos poner ahí en La Confianza”.

De igual forma, se expresa sobre Andrea Echeverry, “que es tan nuestra, tan nacional, tan andina, y nos faltaba esa representación andina, también fue súper fluido y fue maravilloso conocerla. De verdad que los personajes que nos acompañaron son inmejorablemente especiales, no pudo haber sido mejor; le dieron el contenido que queríamos a la canción”, y menciona a Johana Reyna “una niña de sangre costeña pero bogotana, que canta muy bien”, y mi compadre Ahiman, haciendo su parte de rap como siempre ahí con su buena onda”.

Todo lo produjo Carlos Huertas, al que le exalta la genialidad para lograr incluir tantos géneros en una canción de cuatro minutos, sin que suene a himno. “A mí me tiene muy contento porque metimos rap, reguetón, vallenato, cumbia, papayera, chirimía, joropo, casi todos los ritmos populares nuestros. Y ahora tenemos una expectativa interesante porque vamos a lanzar la canción con 280 artistas en escena, son 280 músicos catando nuestro coro, pero la expectativa mayor es la confianza, sembrar un grano de confianza, cambiar la desconfianza por un poquito de música, por un poquito de ese lado lindo que tenemos por acá por estas cordilleras de la fe”, concluye Mendiola.

La emoción es un sentimiento generalizado en quienes participaron en esta canción. Para Carlos Huertas “trabajar en un tema de estos que es tan sensible en estos momentos para este país. Un tema que habla de la paz, la reconciliación, de volver a ser inocentes en el buen sentido de la palabra; creo que es algo trascendental para el arte y para la música en Colombia.

Creo que hacer un tema conde participan estos artistas, además con ese mensaje para mí fue supremamente emotivo saber que me habían llamado a pertenecer a ese proyecto cuando hay tantos productores y gente talentosa en ese país y que yo hubiese sido el escogido es realmente emocionante; mas por lo que significa la canción, por el momento histórico en el que nos encontramos en este país, con respecto a la política y a la polarización y a tantas cosas que están sucediendo”.

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