En 2022, la compañía Colombian Natural Resources, CNR, invirtió en un proyecto de bonos de carbono liderado por el empresario canadiense Gerald Thomas Liddle, que llegó al país ese año y se radicó en la ciudad de Bogotá.
El canadiense era el dueño de la empresa RainTree, cuya finalidad supuestamente era “hacer sembradíos de millones de árboles con condiciones climáticas controladas para sembrarlos en donde se necesitaran”, según detalla una investigación de la Silla Vacía.
CNR firmó un contrato por 200 mil dólares con la empresa de Liddle para reforestar por 15 años las zonas afectadas por la mina en el departamento del Cesar, donde explota carbón a cielo abierto, girándole 100 mil dólares entre septiembre y octubre de 2022.
Sin embargo, esto nunca se llevó a cabo ya que el inversionista salió de Colombia tras recibir el dinero y viajó a Estados Unidos sin pagarle el sueldo completo a sus empleados, dejando deudas y contratos por ejecutar.
La Silla Vacía detalla que el representante legal de RainTree era el inversionista colombiano Rodrigo Vivas, debido a que al momento de firmar los documentos de la empresa, Liddle manifestó que no firmaba escritos en español.
Además, menciona que Liddle reclutó a su equipo mostrando experiencia y el conocimiento para hacer una siembra masiva de árboles en Colombia, y de esa manera competir en el mercado de bonos de carbono, “que son una pieza clave del debate global sobre el cambio climático, ya que ha sido impulsados por varios gobiernos como una alternativa para mitigar las emisiones a través de la conservación y regeneración de bosques que reducen el calentamiento global”.
Con el pago de la minera CNR, RainTree Colombia canceló una parte de la deuda a sus empleados, logrando que ninguno dejara el cargo y pudieran seguir adelante con su plan.
A Liddle le perdieron la pista en febrero de este año cuando envió un mensaje en el que prometía volver y seguir con su trabajo. Sin embargo, aún tiene varias deudas en el país, entre ellas, el penthouse que alquiló en el barrio Rosales de Bogotá, cuyos intereses ascienden a más de 200 millones de pesos más los 200 mil dólares a la CNR.
Como el contrato no se ejecutó, Alejandro Echavarría, vicepresidente de sostenibilidad de CNR, mencionó que la empresa decidió liquidar el contrato con RainTree Colombia por incumplimiento.
Rodrigo Vivas, quien fue el único que firmó como responsable legal de RainTree Colombia, consultó los fondos de la cuenta bancaria. Solo tenía 200 mil pesos. El resto de la plata se había esfumado, por eso, en 2023 radicó una carta en la Cámara de Comercio de Bogotá para renunciar al cargo que tenía en la empresa y denunció a Gerald Thomas Liddle por estafa agravada en la Fiscalía.