Por José Félix Lafaurie Rivera
@jflafaurie
Desde Oslo la suerte del proceso de paz estaba echada. Así como no hubo sorpresas en el discurso de Márquez, tampoco las ha habido en La Habana. Las Farc han refrendado la coherencia de una estrategia concebida en 50 años de lucha armada. De ahí su repudio por el Estado de Derecho, la Constitución o el modelo económico, pasando por el desprecio a la justicia, la negación de la barbarie, la búsqueda de impunidad y tiempos relajados para reconstruir la imagen de “actor político” que les obsequiaron en bandeja de plata. Entre tanto, el Gobierno está en la otra orilla: la incoherencia.
Creyó erróneamente que los astros estaban alineados y de tanto pensar con el deseo, quedó atrapado en hondas ambigüedades éticas y políticas. Una burla que cobra un año sin tangibles. Demos un vistazo:
Los tiempos: “La pretendida paz exprés sólo conduciría a la frustración”: 10/18/12. “No hay ningún compromiso bilateral, ni en el acuerdo ni entre las delegaciones, que ponga un plazo fijo": 10/13/13.
El estatus político: “Volvemos a una mesa reconocidos como adversarios militares y políticos. Acompañados y avalados por la comunidad internacional”: 9/4/12.
Víctimas, no victimarios: “No hemos hecho sufrir a nadie. Somos víctimas de esta guerra”. “Antes que victimarios somos víctimas”: 9/22/12.
Sin rendición: “Desmovilizarse es entrega cobarde, rendición y traición a la causa popular y al ideario revolucionario”: 10/18/12.
Por la Asamblea Constituyente: “Estamos en armas porque no acatamos la Constitución vigente”. “La Asamblea Nacional Constituyente es la única que puede garantizar legitimidad y seguridad jurídica al proceso de paz”: 1/23/13.
Contra el Estado de Derecho: "La paz no significa el silencio de los fusiles. Abarca la transformación de la estructura del Estado y las formas políticas y militares": 10/18/12.
Inimputables: “Los tribunales en Colombia no tienen la legitimidad, el decoro, la competencia porque este es un Estado criminal”: 4/30/13. "No hemos combatido toda una vida para terminar engrilletados en las cárceles de los victimarios”: 3/31/13.
Ante esto ¿qué puede hacer el Gobierno? En Cuba no hay dos negociando. Sólo oímos el descarado monólogo fariano, que tiene al Gobierno en un auténtico callejón sin salida que lo llevó a aprobar, sin oficio aparente, un referendo constitucional. No nos llamemos a engaños. Seis meses en el punto agrario y cuatro para el de participación política sin resultados, son suficientes para clausurar el irracional diálogo de sordos.