Hace 15 años los colombianos cuentan con una ley que les permite participar en el desarrollo de sus ciudades. La Ley de Veedurías /Ley 850 de 2003) da vía libre a la ciudadanía para que pueda ejercer un papel vigilante sobre la gestión administrativa, “con sujeción al servicio de los intereses generales y la observancia de los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad, y publicidad”, como dice su articulado.
Desde este espacio editorial hemos hecho énfasis en la importancia de la participación ciudadana y los efectos que genera en el desarrollo social el involucramiento de miembros de una comunidad en la ejecución de las obras que los beneficia.
La invitación que hizo la Contraloría Municipal a los vallenatos para que conformen veeduría alrededor del contrato para el mejoramiento y construcción de 41 parques en Valledupar es muy oportuno, no solo porque estará atentos y vigilantes a que se hagan bien las obras, sino porque se van empoderando de estos espacios que solo serán sostenibles con el apoyo de la comunidad.
No hay que desfallecer en el intento, porque muchas veces han conformado las veedurías solo para cumplir con el requisito que exige la ley a contratos de gran cuantía, pero se desvanecen al primer mes. Si la Contraloría se tomó el trabajo de convocar a los líderes comunitarios, presidentes de Juntas de Acción Comunal y comunidad en general para que hagan parte de este grupo que ejercerá la vigilancia de dicho proyecto que tendrá varios frentes de trabajo en todo el municipio de Valledupar, entonces debe hacer su máximo esfuerzo para que en realidad funcionen.
EL PILÓN hará seguimiento a esta inversión de la Alcaldía Municipal, pero también a la iniciativa de la Contraloría de apoyar a los grupos de ciudadanos que conformen veedurías. Finalmente, conviene a toda la ciudad que las obras que contrató la Administración Municipal con recursos del Fondo Paisajístico, de 24 mil millones de pesos, lleguen a feliz término. Son 41 parques, un número significativo que merece toda la atención de los vecinos, especialmente a los cinco macroparques que se construirán en Don Carmelo, Villa Miriam, Los Mayales, Los Algarrobillos y Los Milagros. El poder ciudadano no solo se da en las urnas eligiendo a buenos mandatarios, también en la vigilancia que hagan durante la ejecución de las obras.