La danza de la Chichamaya o Yonna es un rito simbólico de la etnia Wayuú del departamento de La Guajira, sin embargo, en Valledupar observamos un monumento basado en ese tradicional baile.
Cuenta la historia que hace varios años la escultura que homenajea a la etnia Wayuú fue instalada en la glorieta contigua al Batallón La Popa, en la que se intervienen las Avenidas La Popa, Los Militares y la vía al corregimiento La Mesa, pero que en su momento de instalación dio paso a inquietudes y negatividad por parte de la comunidad de la ciudad de la caja, guacharaca y acordeón.
Su particular diseño, hecho en bronce, confunde a los que la observan debido a que nada parecido tiene a la típica mujer de la etnia Wayuú, aquella que al momento de danzar La Chichamaya utiliza atuendos coloridos como las mantas, collares, pañuelos y figuras pintadas en su cara.
Por el contrario, la imagen que se realizó de manera abstracta ha creado una serie de seudónimos por sus extrañas características. Muchas veces la han confundido con la llorona loca, un saco al revés, espanto u otros nombres que nada tienen que ver con el significado inicial con el que fue hecho.
Carlos Calderón Mejía, Director del Ballet Vallenato y Gestor Cultural con 40 años de experiencia en el campo cultural de la región, aseguró que dentro de la historia de este particular monumento se encuentra inmerso un detalle poco conocido que da explicación del porqué de dicha obra en la ‘Ciudad de los Santos Reyes’ y de su aspecto un tanto irreconocible.
“A la escultora Elma Peñaloza una familia muy prestigiosa del pueblo de Uribia, La Guajira, le mandó a hacer esta escultura, pero cuando ella se presentó con la obra a ellos no les gustó porque no identificaba su raza, fue cuando ella logró ofrecerle al entonces alcalde Jhony Pérez Oñate, el monumento, quien de manera amable lo recibió y lo instaló donde actualmente se encuentra ubicado” aclaró Calderón Mejía.
Recalcó el folclorista que el monumento “no fue hecho para Valledupar, ni le costó dinero al pueblo”, por lo que la ‘Ciudad de los Santos Reyes’ cuenta con esta expresión abstracta desde hace 15 años, aproximadamente, que no va relacionada con la cultura de estas tierras.
Es así como este singular monumento se suma a los 23 instalados en el ‘Valle del Cacique Upar’ y según críticos, es uno de los menos visitados por la comunidad por dichas características que “en lugar de atraer a turistas y propios, espanta”.
¿Qué pasará con la escultura?
Aunque muchas personas han sugerido el traslado de este monumento a otra zona de la ciudad o el retiro por completo del mismo, Alberto Muñoz Peñaloza, director de la Casa de la Cultura de Valledupar, aseguró que por el momento no se ha pensado en ello, sino en la restauración la obra, así como lo harán con todas de la ciudad.
Aclaró que lo que vendría es la puesta en marcha de la Ruta Escultórica para que estudiantes y visitantes se apropien de las obras que hacen parte de esta localidad.
En cuanto a su condición física, afirmó el funcionario público, la obra es una de las que menos afectaciones ha sufrido con el pasar del tiempo, aún así será restaurada.
Particularidades de La Chichamaya
La danza de La Chichamaya o Yonna es un baile que simboliza el cortejo del hombre hacia una o varias mujeres, con sus cualidades de caballero capaz de danzar con pasos hacia atrás y con vestimentas propias de la etnia Wayuú; Guayuco y con una particular corona.
Para esta peculiar danza la mujer Wayuu utiliza un traje, típico de la población a la que pertenece; florido o lleno de colores, al que también se le llama manta o Ashein o un pañuelo en su cabeza largo y también colorido, pulseras y collares hechas de cuentas llamativas.
Por Merlin Duarte García/El Pilón