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La catástrofe final

Un socialismo bien entendido y manejado no es una mala idea, pero si se acompaña de un capitalismo comedido es una idea mucho mejor que vale la pena practicar. Evitemos ser esclavos de nuestros temores y también de nuestras fortalezas, y recordar que el miedo no se domina huyendo de él, hay que enfrentarlo.

La flojera genera inconformidad, la inconformidad genera envidia y la envidia genera odio. Estos cuatro antivalores son familias entre sí y se cuidan mucho para evitar disoluciones; trabajan muy unidas, por lo tanto, se dificulta la tarea de eliminarlas pues la irracionalidad es su patrón permanente. De aquí derivan las falsas ideologías políticas, sociales y económicas.

Políticas: representadas en todo lo fácil, todo lo que se consigue sin esfuerzo alguno (falso socialismo) y que el trueque de capitales endiablados (falso capitalismo) permite su logro. 

Sociales: pues se tratan de destruir las jerarquías de poder, fundamentales en la organización administrativa de cualquier ente direccional.

Económicas: ya que todos quieren poseer los mismos privilegios sin el trabajo debido y el esfuerzo que las capacidades personales de competencia en la generación de producción demanden.

Si no tengo la afición por el trabajo y por algún motivo la facilidad me sonríe, entonces cuando veo a aquel que genera riqueza a través del trabajo incansable y observo que su hábitat supera el mío, entonces la inconformidad hace su aparición y a través de acciones indebidas y bajo el uso de los comentarios incoherentes, se ataca, pues ya la envidia aparece en el espíritu, que poco a poco se va convirtiendo en odio y cuando este se manifiesta, empiezan los conflictos que van llevando a las guerras, que si analizamos sus orígenes solo son frutos de la idea desmedida de aquellos que jamás han pensado con sentido social, despreciando siempre a los que producen la riqueza de la mano de la paz.

Estamos próximo a la catástrofe final y parece no haber reversa, pues cada día crece más la enemistad del hombre contra el hombre, olvidando que en este mundo hay espacio correcto para todos si hacemos las cosas con la debida equidad que se ha reglamentado a través de la ley universal bajo los preceptos de la naturaleza misma y la naturaleza de un Dios que parece ser echado de menos en todas nuestras actuaciones.

Si, la catástrofe está por llegar y solo aparecerán las penumbras insólitas originadas por una criminalidad sin castigo que a través de toda una historia viene cometiendo el hombre y para que una nueva humanidad deba aparecer debemos sacar al mal llamado ser humano de la serie de las especies con vida propia.

Pero aún hay tiempo; si caminamos juntos caminaremos más y tendremos oportunidad de diálogos más prolongados y en la palabra está el entendimiento y la reconciliación; y recordemos que, mientras el odio exista en la mente del hombre, estaremos predispuestos a los estados de guerra permanente y esto sucede cuando se nos ha escapado la inteligencia.

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Fausto Cotes: