Por: Celso Guerra
La espontaneidad, frescura, imaginación y picaresca que siempre ha sido caracterizado a los compositores de música vallenata, quedó en entredicho en la pasada edición del Festival Vallenato.
Los compositores, con pocas excepciones, que participaron en el concurso de Canción Inédita del Festival, se volvieron facilistas, la musa se les agotó, optaron por el camino más fácil, utilizando como pie forzado, para hacer sus canciones durante este evento, al homenajeado, el 95% de las canciones estuvieron dedicadas a la vida y obra de Gustavo Gutiérrez, lo que causó cansancio y monotonía dentro del público asistente, que despertó de su letargo y se entusiasmo cuando comenzó a escuchar la puyas, ritmo que indudablemente este año se lució con su temática picaresca y punzante.
De hecho la canción ganadora, “El Cuentico Chino”, de Álvaro Pérez Vergara, fue en este ritmo y contó con el beneplácito del público, al denunciar a través de su temática, la falsificación de los sombreros vueltiaos por parte de los chinos, pero pensamos que la mas ovacionada en el coliseo de ferias, fue la canción “La Eps”, de Julio Cesar Daza, que también protestó por el mal servicio que las prestadoras de salud le vienen dando a sus pacientes en todo el país.
Sabemos que Tavo, tiene todos los méritos para que se le hagan canciones, que sus cantos son responsables del prestigio del cual goza el folclor vallenato a través del cual nos hemos dado a conocer universalmente, pero no es justo, que la mayoría de los compositores ignoren que la competencia de Canción Inédita en el Festival Vallenato, no está sujeta a cantarle al homenajeado, que esta es libre ,que se le puede a cantar a cualquier vivencia o hecho.
Nos reconforta el regreso a la competencia festivalera de Fernando Meneses, oriundo de La Gloria, Cesar, quien fue de los pocos que presentó una canción fresca, alusiva a sus años otoñales, un canto de carácter universal dedicado a sus nietos, que ocupó muy ajustadamente el segundo lugar, Meneses, ya había estado en el Festival, con la canción “Canasta de Ensueños”, que ni siquiera pasó la primera ronda eliminatoria, lo que causó un gran desconsuelo en él y lo llevó a ausentarse por largos años del Festival, como señal de protesta, a pesar del éxito alcanzado por este canto, en la interpretación de Jorge Oñate y “Chiche” Martínez.
Ojalá que las canciones que estuvieron en la gran final del Festival Vallenato, sirvan como referente para que nuestros compositores, retornen a los relatos y hechos.
Felicitamos al rey profesional Wilber Nicolás Mendoza Zuleta, por su brillante demostración en la interpretación del vallenato raizal.