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La autocrítica de Omar Geles

En el consultorio de uno de los más prestigiosos galenos de la Urología en Valledupar, estuve escuchando el análisis que este profesional hacía de la canción de Omar Geles, “La crítica”, paseo vallenato fusionado con nueva ola; pude apreciar con gusto la sapiencia que tiene por hobby sobre el vallenato, de tal forma que me honra saber que me lee, señaló temas y sugerencias que de alguna manera nutren esta columna.

Omar es un compositor que admiro por su versatilidad y más por esa canción que el tituló “Los caminos de la vida” y por el aporte que hizo con Miguel Morales, Jesús Manuel, Patricia Teherán, Adriana Lucia, Alex Manga y Ernesto Mendoza. Además es rey vallenato y al dirigirnos a él hay que tener cuidado, es un maestro. Igual puedo decir de Iván Ovalle, autor de “Volver a la ternura”, una canción extraterrestre y otros tantos éxitos antológicos que son de su autoría, se han enfrentado. Pero, seguramente en el marco del festival se van a dar un abrazo, Omar defiende su versatilidad, Iván defiende la tradición.

En realidad el nombre “Vallenato” fue conquistado para nuestra música, por nuestros juglares que hoy no pueden disfrutar de lo que nos dejaron y si los jóvenes quieren heredar ese nombre; tienen que tocar vallenato, pues no podemos llamar vallenato a algo que no es son, puya, merengue o paseo. Lo de ellos es otra cosa, muy actual, sí. Pero, hay que darle un nombre. Por decir se me ocurre a mí: aire de “Jalao Vallenato” aire de “Brincoleo Vallenato” “Fundingue Vallenato”. Hay muchas propuestas que se pueden respaldar como nuevos aires; es lo ideal.

No está prohibido a los artistas vallenatos clásicos interpretar otras músicas foráneas o hacer fusiones, lo correcto es no hacer a un lado nuestro patrimonio, para darle demasiada importancia a lo extranjero, el vallenato es primero, sobre todo porque ellos todo se lo deben al vallenato.

Aconsejo a los pelaos que cuando vayan a tocar vallenato, es a tocar vallenato puro y del bueno, para eso hay repertorio de sobra y claro toquen también su brincoleo, un poco de lúdica no hace daño, ustedes tienen la bendición que Dios puso en esta región, háganle duro y parejo. Pero, no desperdicien en artes efímeros esa bendición, seguir ese camino de los cantos con licencia para denigrar y burlarse de la mujer es autoeliminarse; por eso es que no entiendo el por qué lanzan esos cantos como ¡Lo último, lo máximo! ¡El cancionón! y duran de dos o tres semanas y ya ¡No va más! Ojo pelaos, ¿qué están haciendo?

Lo que más critican de la gente joven son las letras de las canciones, bueno pongan letras con calidad y eviten ese bache, no es cierto que lo que más gusta es lo fácil y mediocre, los compositores de alabanzas cristianas en ritmos vallenatos lo están haciendo mejor que los nueva ola, los compositores vallenatos que están ayudando al degenere de la humanidad reflexionen un poco sobre Dios y conciencia y no sobre fama y dinero.

La autocrítica de Omar Geles, es genial, la otra canción que hizo en aire de merengue también es válida; es verdad, el maneja estilos. “La crítica” deja sin piso a ese argumento de la supuesta evolución.

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Rosendo Romero Ospino: