En la semana anterior, la Secretaría de Educación de Valledupar, liderada por Luis Carlos Matute, desarrolló en convenio con el Ministerio de Educación Nacional, MEN, el Primer Encuentro de Bienestar Docente. El evento se realizó en dos momentos pedagógicos, de elevado nivel por la calidad de los expositores. Conferencia central a cargo de una doctora en pedagogía y un melodrama por cuenta de una actriz con voz de soprano, y dos comediantes con voces de tenores.
La abogada, poeta, docente y escritora Ángela María Álzate Manjarrés fue la conferencista central, con el tema “Tú haces la diferencia”. Una disertación motivante y reflexiva para docentes, directivos docentes y personal administrativo. Hizo un recorrido para resaltar los valores éticos y morales del ser humano, su condición de ser en permanente búsqueda de armonía y conocimiento. Destacó el rol del rector en liderar la gestión pedagógica, administrativa y social. El liderazgo no se predica, se ejerce, se practica y se hace con respeto y cordialidad para convertir el colegio en una familia donde todos trabajen para mejorar. No hay nada bueno, que no se pueda mejorar.
Enfatizó la ineludible misión del docente, de comprender nuevas dinámicas, de rejuvenecer en acción y pensamiento para potenciar el talento de los estudiantes y creer en las posibilidades de sus sueños. El docente es un puente de la creatividad, esa acción permanente de recrear vida y realidad, y también herramienta certera para derrumbar los muros que nos separan de nuestros sueños.
En mi condición de docente e investigador de la problemática educativa, expreso estas opiniones: No hay duda de que el evento fue novedoso, por la dinámica de los temas tratados. Se resaltó la dimensión humana y solidaria de la comunidad educativa. Fue una experiencia renovadora que supo ponderar la alianza entre el amor, la responsabilidad y la idoneidad de los docentes y directivos docentes, en el compromiso de ser sujetos dinámicos en los procesos educativos.
Respetuosamente sugiero que, como complemento de este encuentro, la Secretaria de Educación y el MEN programen eventos similares con padres de familia, a fin de refrendar el compromiso de orientar a sus hijos en normas como el respeto, la sana convivencia y la responsabilidad.
La educación es un paradigma de valores y de cualificación sistemática de la inteligencia, que permite ver más allá de esa rutina cotidiana que pasa y se pierde en la estación de la noche. La educación desarrolla la dimensión estética y cognitiva, que sabe ver en los espejos de la luz los disímiles colores del camino, y en la ranura del tiempo la inagotable utopía de la esperanza.
La docencia es un arte, que produce más satisfacción espiritual que económica. Con razón decía el pedagogo Pestalozzi, “el buen educador hila como un jornalero, pero su alma no está en el jornal”. Es cierto, no está en el salario el alma del educador, pero para satisfacer las necesidades básicas del hogar se ve obligado a trabajar en más de un colegio o a buscar otras fuentes para mejorar sus salarios; de manera tal, que a veces se convierte en visitante de su propia casa. Este desgaste vital por la subsistencia deteriora en consecuencia la calidad de su trabajo.