¡Buenos días queridos lectores!
Hoy, como todos los sábados, les presento lo bueno, lo malo y lo feo de algún barrio de la ciudad de Valledupar. El turno esta vez fue para el sector de Villa Fuentes, un lugar muy alegre porque en cada esquina escuché música y al son de las melodías las amas de casas hacían sus quehaceres y los comerciantes vendían sus mercancías.
Don Germán Torres, residente del barrio, me contó que este sector tiene 32 años de fundado, recuerda que el 9 de noviembre de 1985 llegaron varias familias a las tierras de Enrique Guerra Villafañe e iniciaron a levantar sus casas con tablas y barro; hoy en día hay más de 230 viviendas y más de mil habitantes.
Roberto Carlos Molina se mudó hace 20 años, pero siempre ha estado involucrado en todo lo que tienen que ver con la Junta de Acción Comunal de su sector. Él me contó que el nombre de Villa Fuentes es en honor al abogado Carlos Fuentes Zuleta, hombre que ayudó a la comunidad para que no fueran desalojados de sus predios.
Don Germán tomó la palabra y me contó que lograron sobrevivir a tres intentos de desalojo. Me dijeron los habitantes que tuvieron que esperar 10 años para que fueran establecidos como barrio legalizado. Cuando Elías Ochoa Daza fue alcalde instalí el alcantarillado y el agua al sector y poco a poco fueron llegando las soluciones, pero dicen que quedaron estancados porque aun no cuentan con ninguna calle pavimentada y el problema de las escrituras los tiene preocupados.
El barrio Villa Fuentes es un sector de gente alegre, que a pesar de las dificultades conserva su alegría y carisma, sobre todo las ganas de salir adelante. Camilo Peralta.