Los constantes ataques de la delincuencia que sin distingo de género, edad o condición, cometían sus fechorías a cualquier hora del día, hicieron que las familias que habitan en El Cerrito, El Portal del Cerrito, El Rincón del Cerrito, Conjunto Cerrado El Cerrito, Conjunto Multifamiliar El Cerrito y La Floresta en Valledupar se unieran en torno a esta situación.
Dando muestra de solidaridad y unidad, a través de un Comité Cívico liderado por hombres y mujeres de la zona, se propusieron llevar este problema ante las principales autoridades de la ciudad y con una estrategia diferente a la de simplemente expresar la queja y decir que estaban cansados y atemorizados con la presencia de delincuentes de día y de noche, demostraron que estaban dispuestos a ser partes de la solución.
Luego de una serie de reuniones entre las comunidades de estos barrios y las autoridades, de la incredulidad de algunos y de la certeza de otros, fue activada una alarma comunitaria. Un modelo que bien puede replicarse en otras zonas de la ciudad.
Este es un ejemplo claro de lo que se puede lograr por medio del acuerdo de voluntades de una comunidad. La Policía Nacional hizo su parte, pero el resto lo asumieron las familias de estos sectores. Las alarmas comunitarias son electrónicas e inalámbricas y van conectadas al cuadrante de la policía correspondiente.
Este fin de semana fue inaugurada esta alarma comunitaria que está compuesta de ocho sirenas ubicadas en lugares estratégicos de todo el sector de El Cerrito –urbanización y conjuntos-. Ahora el papel importante lo juega la comunidad, que debe estar atenta para avisar cuando vea un movimiento extraño. En caso de que sea detectado un atraco a una persona en plena vía, un intento de hurto a una residencia o la presencia de personas extrañas, cualquier persona puede activar la alarma desde su casa.
Esta es una buena iniciativa que busca bajar efectivamente los índices de inseguridad en una zona que no tenía descanso. Mujeres, jóvenes, niños incluso, eran atracados a plena luz del día y los casos delictivos aumentaban cada día, sin que las autoridades pudieran hacer nada, pues cuando llegaban al lugar ya era demasiado tarde.
La alarma de El Cerrito debería ser emulada por otras zonas. Solo es suficiente el acuerdo de voluntades y la disposición de hacerle frente a la delincuencia que crece cada día en Valledupar, especialmente cuando las últimas noticias no son tan alentadoras al conocerse las denuncias de las comunidades de varios sectores que aseguran que un grupo de hombres en motocicletas instalan retenes para atracar a las personas que por allí se movilizan (Dangond, transversal 25 de Los Fundadores, Mareigua, Don Carmelo, Manantial, Primero de Mayo, Las Flores, Alfonso López, entre otros, son puntos críticos).