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La agonía del humedal de María Camila

El humedal de María Camila ha sido tomado por personas que consumen sustancias alucinógenas.

El humedal de María Camila, localizado en el sur occidente de la ciudad de Valledupar, continúa presentando inconvenientes y riesgo de sequía, situaciones que siguen preocupando a los habitantes del sector y autoridades ambientales que, desde hace muchos años, han adelantado proyectos para recuperar el espejo de agua.

En repetidas ocasiones, el diario EL PILÓN ha desarrollado trabajos de investigación para analizar este tema, acudiendo a las autoridades ambientales encargadas de dar respuesta mediante estrategias desarrolladas para la conservación de este espacio ambiental y natural como lo es el humedal de María Camila. Reducción de área natural producida por presión causada por el crecimiento urbanístico, llegada de aguas residuales producto de conexiones ilegales, ingreso sin mayor control de sedimentos y residuos sólidos, entre otros, son algunos de los problemas identificados en esta zona. Hace dos años, la Gobernación del Cesar planeaba construir un mirador de 12 metros de altura en este lugar.

Actualmente, otro factor que se dice suma al deterioro del espejo de agua ha sido la construcción de vías realizadas por el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, SIVA, que decidió contratar un equipo de profesionales en el tema para que realizaran estudios en las partes aledañas al humedal. A la fecha se encuentran implementando filtros tipo francés de casi dos metros de profundidad y 70 metros de longitud. El profesor Antonio Rudas, director del proyecto Diagnostico Ambiental y Modelamiento Hidrológico en el humedal de María Camila, y docente de la Fundación Universitaria del Área Andina, indicó que realizaron una línea de tiempo con ayuda de la comunidad donde pudieron evidenciar a través de registros y memorias fotográficas que la sequía y deterioro de afluente hídrico se ha presentado durante varios años atrás.

El reporte más antiguo conseguido data de 1994 donde se notó la primera sequía del humedal de María Camila y luego de esta fecha, en épocas húmedas, era notorio un lleno total de la zona que permitía que babillas, tortugas y otros animales salieran de la zona ambiental. Rudas señala la importancia del humedal: “Primero, cumple una función hidráulica para que logre el manejo de todas las aguas superficiales que deberían estar llegando desde el canal al humedal y así no tendríamos inundaciones si estos dos funcionaran bien”.

Es bien sabido que el humedal es un ecosistema natural que alberga faunas silvestres y sirve de hábitat para fauna acuática, aves, reptiles, anfibios y un agrupe de biodiversidad que, “ayuda al equilibrio ecológico del planeta”. También es un sumidero de carbono que consume parte de la contaminación de agua y produce oxigeno principalmente por las algas. El humedal de María Camila en un principio agrupaba dos hectáreas, tamaño que comenzó a disminuir con la llegada de la población quienes invadieron este territorio vallenato. Luego comenzaron construcciones legales que adquirieron licencias como el megacolegio y la iglesia, instaurados sobre el área de recarga; las infraestructuras construidas limitaron el desahogo del agua hacía el humedal.

Hace algún tiempo Valledupar albergaba seis humedales en distintas partes de la ciudad pero, con el tiempo, estos han desaparecido hasta sólo dejar activos tres de ellos. “El único que se ha conservado es el que se encuentra en la parte de adentro del Parque de la Leyenda Vallenata por ser un lugar privado pero los de las áreas públicas han sido afectados”.

Por su parte, el ingeniero civil y supervisor de la obra 450 Años, Manuel Morales, afirmó que el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado contempla que se requiere de las conexiones de colectores de aguas arriba desde puntos como Villa Taxi y Villa Miriam que trataría de minimizar las aguas torrenciales que van directo a los puntos más bajos de este sector y que deberían desembocar en el humedal de María Camila. Para eso, se han diseñado columnas de dos metros con puntos hacía abajo de 80 centímetros y con un filtro de 1.80 metros para que las aguas de lluvias y alcantarillados lleguen al humedal el cual es la zona más baja del sector y está recibiendo una captación de agua por la parte baja.

Ante las inundaciones que se presentan en diferentes viviendas alrededor del espejo de agua, el ingeniero recalca que, “no es de ahora y no es de la vía, el SIVA implementó un sistema de manejo de agua torrencial para la vía y no para la ciudad, eso es otro problema por el que debe responder Emdupar, quien fue el que aprobó el sistema”.

Así mismo el ingeniero ambiental Álvaro José Lima manifestó que lo que se quiere es “aprovechar el momento en que esa torrencial en los pozos tenga conexión cuando esté más diluida, desde el punto de vista ambiental. Social y ambientalmente es la propuesta más viable”.

Vegetación como la de neem o nimbo, un tipo de planta traída de la India se ha esparcido por todo el humedal de María Camila algo que pone en riesgo la flora permitida del ecosistema que debe componerse de guácimo, ceiba, roble, caracolí. “El neem si se puede tirar el humedal”, afirmó el profesor Antonio Rudas.

Proyecto

Antonio Rudas, director del proyecto del humedal de María Camila y docente de la Fundación Universitaria del Área Andina, emprendió una iniciativa en convenio con el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, SIVA, que busca establecer el diagnóstico y causas que establezcan el por qué el espejo de agua ubicado en el sur occidente de la capital del Cesar se encuentra en problemas; por qué se seca, por qué se inundan las casas son algunos de los factores para dar respuesta. “Iniciamos una investigación para establecer las razones del por qué hay ese desequilibrio hídrico en esa cuenca”, explicó.

Agregó que se tuvo que extender “la capacidad institucional de la universidad para identificar estas causas y plantear las posibles soluciones”. Hace varios meses se iniciaron estos trabajos después de consolidar legalmente el convenio los primeros días de enero del presente año. Al darle apertura a los trabajos encontraron el afluente completamente seco y al evidenciarse las primeras lluvias era notorio que el humedal no se llenaba en su totalidad. “Alrededor del humedal construyeron un muro que no permite el ingreso de aguas y por el contrario la conduce al alcantarillado; todo eso le resta agua al humedal”, puntualizó Rudas.

Una de las situaciones más serias encontradas en las investigaciones fue que la ubicación que tiene la cuenca que nutre el humedal se encuentra cubierta de techos, calles, iglesias, colegios en vez de contar con cobertura vegetal. Para concientizar del problema que se está forjando se necesita del accionar de las instituciones ambientales, gubernamentales y de la comunidad.

Al ser más intensa la afectación ambiental se necesita desmitifica, según Rudas, todas las historias que relacionan el problema del humedal como lo es la construcción de la vías por parte del SIVA. “Con las estrategias que implementaron los ingenieros hidráulicos podemos alcanzar la solución del problema ambiental que tiene el humedal”, sostuvo el profesor.

Agregó Rudas: “Son cinco expertos que lideran este proyecto y que han brindado soluciones ingenieril hidráulica, una solución ecológica y social, y estamos pensando en un producto científico. Un Documento técnico científico; es un producto generado por la academia que nos genera unos porcentaje para someter el estudio a la evaluación de pares internacionales”.

Del mismo modo, Javier Orozco, ingeniero civil, docente del centro universitario y encargado de la asignatura de Hidráulicas de Canales y Alcantarillados ha desarrollado estrategias que facilitan la evaluación y magnitud de los caudales de torrenciales que llegan al punto del humedal de María Camila. “Los colectores fluviales construidos no son capaces de transportar todo ese caudal. Detectamos un punto donde hay un agua del subsuelo, filtro y tubería para descargarlo al humedal; si las aguas de torrencial llegan al humedal son un material que no debería llegar”, subrayó.

Así entonces las cosas, se plantea un vertedero que permita a las descargas transportarse por encima de esos niveles. Para eso se han estipulado 9 canales que logren este proceso. Ante el mito de las aguas negras que van a terminar al espejo de agua, este tiene una capacidad de dilución que oxigena y está hecho para descontaminar las aguas ahí desembocadas.

Comunidad

Danith Guevara, coordinadora del colegio Gimnasio Bilingüe Edad Feliz, comentó que el humedal se encuentra descuidado “Es algo que los niños necesitan, hace algún tiempo las autoridades indicaron que lo recuperarían y mejorarían para beneficio de la comunidad”, una promesa que aún espera ser cumplida. Es explícita en que los encargados deben ver la importancia del humedal.

Ante las actividades que se han adelantado durante algunos años en la zona, la educadora manifiesta que “el humedal es algo que los niños necesitan de esa recreación y ver la naturaleza y conozcan la importancia del humedal”. Así mismo, Andrés Ramírez afirma que por los descuidos ha sido un lugar para que los jóvenes que se encuentran involucrados con sustancias psicoactivas lleguen allí para consumir drogas y encubrirse de actos delictivos como robos.

EDUARDO MOSCOTE / EL PILÓN
eduardo.moscote@elpilon.com.co

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