Representantes de la sociedad civil, academia e industria minera se dieron cita ayer en el cuarto foro del grupo Prodeco, denominado ‘Hablemos con Propiedad sobre Minería’.
“El sector minero energético es uno de los grandes contribuyentes a los niveles de crecimiento y desarrollo en Colombia. Dada la posición que ocupa la actividad extractiva en ámbito nacional, Prodeco considera importante contribuir a un mayor y mejor entendimiento de la minería para la vida de la nación, razón por la cual creamos estos espacios”, manifestó el jefe de departamento de Sostenibilidad de Prodeco, Nicolás Gómez.
Agregó que el objetivo de esta iniciativa “es comentarle a la gente en qué consiste la actividad minera que nosotros hacemos, enfocándonos en tres temas: la seguridad industrial, gestión ambiental y contribución al desarrollo territorial; así como explicar el impacto positivo que la minería tiene para el departamento del Cesar y cómo a través del carbón desarrollamos otras áreas de la economía del Cesar como la agricultura, el turismo y educación”.
El presidente de la compañía, Mark McManus, presentó un informe de lo desarrollado el año anterior con 17.3 millones de toneladas producidas, $187 millones de dólares pagados en regalías, $602 millones de dólares en compras locales, $88.74 millones de dólares pagados en salarios y prestaciones, $256.06 millones de dólares pagados al Gobierno y $2.54 millones de dólares en inversión social.
“El grupo Prodeco ha demostrado su excelencia operacional con niveles de producción eficientes, logrados a través de las mejores prácticas de la industria. Somos conscientes de que hacer minería bien hecha no es sólo cumplir con nuestras obligaciones, sino también esforzarnos por generar desarrollo sostenible en las áreas donde operamos. En estas áreas, la industria del carbón representa más del 40% del PIB (Producto Interno Bruto).
Nuestra industria ha impulsado la economía de la región, proporcionando 2.469 empleos directos y 3.863 indirectos o contratistas que representan una oportunidad valiosa para el crecimiento y desarrollo social. Siempre buscamos trabajar en colaboración con las comunidades y autoridades, para que conjuntamente podamos gestionar y articular iniciativas con los gobiernos locales y por lo tanto, construir proyectos sostenibles que mejoren la calidad de vida de las comunidades más allá de la minería”, enfatizó.
A su turno, la presidenta de la Agencia Nacional de Minería, Silvana Habid Daza, se refirió a una realidad innegable que tienen los proyectos mineros de caducar en determinado tiempo y en los trabajos que adelantan las mineras para brindarles otras oportunidades de empleo a las comunidades de su área de influencia.
“Estos proyectos tienen una fecha clara de cuándo será el cierre de las minas, por lo que están comprometidas a incluir en su programa de responsabilidad social una actividad de reconversión laboral. A las comunidades hay que enseñarles que la actividad minera no es eterna y que hay que dedicarse a otra actividad; es una responsabilidad no solo del sector minero, sino de las autoridades local y departamental en los Planes de Desarrollo”, subrayó la funcionaria.
Agregó que “las empresas mineras con los alcaldes se articulan para unir esfuerzos y formar un capital semilla en otras actividades que no sean mineras. El departamento del Cesar debe prepararse mientras tenga el carbón para utilizar esos recursos eficientemente para actividades como el turismo o el desarrollo rural; sin embargo podemos tener la certeza que tenemos reservas de carbón para seguir explotando más de 70 años”.
Por su parte, el presidente de la Asociación Colombiana de Minería, ACM, Santiago Ángel, a través de un video destacó que “el 37% del PIB departamental lo genera la minería, además de los proyectos de responsabilidad social empresarial, tratamiento de aguas, encadenamientos productivos y apoyo a la comunidad de la región”.
La autoridad ambiental tuvo su espacio; el director general de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, afirmó que la minería es “la actividad que más jalona la economía, por lo que hay que rodearla y exigirle”. Señaló que una de las caras más amables en sostenibilidad es “el programa de compensación ambiental en el que más de 134 familias -anteriormente afectadas por la violencia- hoy son brigadistas y microempresarios del campo gracias a un proceso transversal de educación, a la gestión de compensaciones forestales con las mineras”.
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Valledupar, José Luis Urón Márquez, presentó un análisis de las responsabilidades del Estado en los procesos que se adelantan de explotación minera en el departamento del Cesar y Colombia, argumentando que no se le puede endilgar la responsabilidad a las empresas que vienen a montar negocios y a generar crecimiento económico.
“Los desajustes que se han dado en la minería en el país han sido por la actitud permisiva de los organismos de control en este sector y aspiramos que hacia el futuro todo tema relacionado con la minería el Estado colombiano responda ante las comunidades, por ejercer un control y vigilancia exhaustiva y que se cumplan los objetos contractuales, con inversiones que se requieren en el tema de compensaciones y la responsabilidad social con las comunidades con las cuales conviven”, expresó.
De acuerdo con el líder gremial, las mineras como empresas que vienen a hacer negocios al país y no pueden suplantar al Estado en las responsabilidades de mejoramiento de calidad de vida de las personas ni en el cumplimiento de porcentajes de necesidades básicas insatisfechas.
Entre tanto, la alcaldesa de La Jagua, Yarcely Rangel, aseguró que mientras para el país la minería representa el 7.5 % del Producto Interno Bruto, para la localidad que representa significan el 90% de sus ingresos, con los que adelantan programas sociales a la gente de salud, educación y de infraestructura.
Sobre la compatibilidad del sector con otras actividades, Rangel indicó: “estamos trabajando en la reactivación del campo, en volvernos un referente turístico y estamos construyendo el primer Parque Industrial. Hoy tenemos 105 niños becados para estudiar carreras agropecuarias y un Centro de Acopio de Caficultores”.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN