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Juntos, con nuestros médicos, enfermeros y apoyos superaremos al covid-19

Hasta hoy ha decretado el Gobierno nacional el periodo de cuarentena generalizado en el territorio patrio y nos preparamos para un periodo en el cual todas las actividades, con las medidas de bioseguridad, pueden ser desarrolladas. Podemos definirlo como un tiempo en el cual a diferencia de lo que hemos vivido se requiere ‘autorización para cerrar’.

Esperamos que las alcaldías y la gobernación lo entiendan así y se muevan en correspondencia. El reto es dinamizar la economía y recuperar los fallidos empleos. Pero eso no quiere decir que bajemos la guardia en el cuidado y que vaya a tolerarse por los mandatarios y sus administraciones los excesos de la gente.

Entonces es previsible que según la ley se puedan mantener  restricciones no exageradas para la comunidad, especialmente en puntos o circunscripciones de mayor aglomeración. Estaremos atentos a esas medidas en el curso de hoy o a más tardar mañana.

Ha quedado claro que el hecho de que tengamos un ‘pico retrasado’, y ojalá no tan pronunciado, respecto a otras ciudades, nos va a permitir enfrentarlo de mejor manera.

Desde el principio de la pandemia hemos contado con una buena dotación de camas UCIs, la última y principal trinchera para enfrentar la pandemia gracias al sector privado, ubicadas casi todas en la capital. Hemos conocido, de otras esferas y por la experiencia propia, el mejor tratamiento para la peste y cualquier dificultad que se llegare a presentar vamos a contar con una retaguardia aliviada después de superar el pico, en ciudades como Santa Marta, Barranquilla y Cartagena.

Pero especial valoración hacemos de los médicos, enfermeras y enfermeros, auxiliares y empleados que vienen haciendo esfuerzos y sacrificios para mantener nuestras vidas. Lamentablemente muchos han fallecido, pero queremos reconocer el esmero al punto de que poco se habla de la cantidad de recuperados en esas clínicas, que también han asumido, paradójicamente, un alto costo económico pues sus otros servicios normales por el temor de la gente a la peste y a ir a cualquier centro de salud han disminuido ingresos.

Se está desarrollando con efectividad, la telemedicina y consultas virtuales. Bastantes en casas, a veces automedicándose mal, han adoptados buenos hábitos alimenticios y de estar en forma para mejorar sus defensas.

Del número de contagios diarios,  que viene superando los 400, y las muertes que se aproximan a la veintena, se presentan en más de  75 % en Valledupar, porque en esta se halla el gran cuerpo médico, de clínicas y de UCIs. De estas afuera solo hay en Chiriguaná, Aguachica y Bosconia. Muchas  familias de otros municipios se vienen acercando a la capital por si alguna novedad se  presenta. También en la ciudad operan los laboratorios que toman las muestras y las procesan. Y hemos pasado en una semana de 322 camas de UCI totales a 380; y de las destinadas solo a covid-19 de 193 a 277. ¿Tanto crecimiento en 7 días? ¿Están llegando tantos más ventiladores? Y, pregunta sin resolver: ¿cuántas pruebas diarias se hacen? ¿Cómo minimizar el porcentaje de los falsos positivos/negativos?

Categories: Editorial
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