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Junio

Junio, ombligo del año, es un recipiente medio lleno y medio vacío; ying yang cronológico del dos mil catorce, es un puente efímero entre el principio y el fin de año, un mes lleno de puentes festivos, un atravesado entre lo oportuno y lo inconveniente, un mes en donde estamos a tiempo y demasiado tarde para cumplir nuestros propósitos anuales; es vida derramándose, tiempo evadiéndose, la página central del calendario, el borde delgado que en las monedas separa la cara del sello, la esperanza de la sobrevivencia de la segunda mitad de los asaltos pactados para la pelea nuestra de cada trescientos sesenta y cinco días.

Es un mes ambiguo, una torta que se voltea entre perspectivas y pesares, sin personalidad definida ni carácter, cuyo único propósito pareciera ser el de dividir el año en dos. Los pocos días hábiles de este mes deberían ser adjudicados a otros meses, para que estos hagan más definitiva su presencia y dejar de lado el asedio de la decadencia del año del mes seis; por ejemplo a febrero, gran perjudicado de la repartición de días, un mes que casi queda convertido en quincena por los caprichos de la cultura y el funcionamiento chueco que tiene el universo, no le caerían mal unos díitas de los negados, o ¿qué tal pasarlos para finales de diciembre y principios de enero? Así amortiguaríamos el impacto del final y el principio de cada aniversario, y de paso incrementaríamos la temporada alta de vacaciones. (Todo el año deberían ser vacaciones, vacaciones para todo el mundo, y que la gente haga lo que quiera con su tiempo ¿por qué hasta el momento ningún político habrá planteado el ocio, el hedonismo y la lúdica como modelos de desarrollo social sostenible?) Los de junio son días perfectos para estirar instantes de otros meses, como comodines para convertir los quebradizos días alegres que esporádicamente surgen a través del año en instantes de caucho, preparados para ser alargados hasta por treinta días.

Este junio sabremos si sigue Santos o si vuelve Uribe a la presidencia. “Que gane el que Dios quera- dijo en una venta de sopa una vieja- yo no me voy a morí por eso”. En La Guajira habrá un nuevo gobernador para suceder a Kiko Gómez, también en junio. A pesar de la sequía que cada vez se hace más fuerte seguramente caerán sus aguaceritos, pero quién sabe si serán suficientes para motivar a los cultivadores a exponerse a una úlcera gástrica por las preocupaciones que un cultivo y el clima de estos finales de los tiempos cosechan para quienes se atreven a retar al cambio ambiental. En el norte del planeta es verano en junio, en el sur del planeta es invierno en junio; aquí en el trópico, Colombia, norte del país, ombligo del mundo, junio es calor y humedad, es gripas, dengue, maleza, barro, goteras, charcos, tardeadas, amenazas de embarazo y luego la regla y sus cólicos; es marihuana, sexo, ron y literatura. Solo sirve para escribir una columna cuando es imposible encontrar un tema de menor categoría, y sin embargo es lo máximo.

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Jarol_Ferreira: