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“Julito, estoy huyéndole a la vida”: García Márquez

En junio de 1983, se llevó a cabo un Festival Vallenato, considerado por todos como histórico. Gabriel García Márquez, meses después de haber recibido el Nobel de Literatura, llegó a Valledupar para ser parte del jurado que ese año, escogería el nuevo Rey Vallenato. Muchos se atrevieron a decir, que Gabo, había opacado a los concursantes en esa oportunidad, porque toda la atención de propios y visitantes, se había centrado en el escritor cataquero famoso a nivel mundial.

“Gabo no es extraño en el vallenato, no hay una personalidad en Colombia que uno pueda ligar con el vallenato, como a él”. Julio Rojas.

Para Gabo,una canción Vallenata lograba cambiar su semblante hasta llegar al éxtasis profundo que le producía escuchar una nota de un acordeón bien ejecutado. Fue tanta su influencia y amor por la música vallenata, que expresaba a viva voz que Cien Años de Soledad no era más que un vallenato de 360 páginas.

El Pilón: Usted fue elegido Rey Vallenato prácticamente por decisión de Gabo….

Julio Rojas: Afortunadamente me gané el festival vallenato con un valor agregado importante, que fue la calificación de una persona como Gabo, y me siento muy orgulloso por eso. Además que era un jurado de lujo que lo conformaban Gabo, acompañado de Enrique Santos Calderón, Miguel López, Leandro Díaz y el Ministro Rafael Rivas Posada.

EP: ¿Cómo fue ese momento con Gabo de protagonista?

JR: Él llegó a Valledupar, y le pidió a Consuelo una reunión previa, o una parranda o algo parecido con todos los participantes porque quería escucharlos. Como venía del exterior, no sabía cómotocaban los participantes. Yo no fui, porque no me consiguieron y solo la hicieron con algunos. Gabo me contó tiempo después que cuando los escuchó a todos le pareció que tocaban iguales, entonces había subido a la tarima con una preocupación, porque no sabía a quién elegir como Rey. Cuando yo subo a la tarima con un acordeón más agresivo que los otros participantes él se quedó mirando con Enrique Santos y le dijo: Ya nos quitamos el dolor de cabeza de encima, porque este muchacho es el que mejor ha ejecutado los cuatro aires, y Enrique le dijo: este muchacho nos salvó la patria, ese es el ganador. Resultó que coincidieron los jurados, con el público porque todos quedaron contentos.

EP: ¿Desde ese momento empezó una amistad entre usted y Gabriel García Márquez?

JR: Si. A los ocho días Gabo me llamó a mi casa a darme las gracias porque yo le había quitado la preocupación y el dolor de cabeza de no saber a quién elegir como Rey. ¡Imagínese ese honor! Después empieza una gran amistad, y a los 15 días me llama nuevamente para invitarme a una parranda en Bogotá, y así fue siempre hasta hace dos años que fue la última vez que nos vimos.

EP: ¿Cuáles eran las canciones que siempre le pedía?

JR: Era sin duda alguna Escalonista, por llamarlo de alguna manera. Era fanático de Escalona. Ellos tenían algo en común y era que narraban la realidad, uno con canciones y el otro con la literatura. En una de las tantas parradas, me cantó una cantidad de canciones de Escalona que yo nunca había escuchado. Le gustaba mucho la música de Adolfo pacheco, sobretodo la canción “El Profesor”. En varias oportunidades el invitaba a Adolfo, entonces yo le cantaba las canciones de Escalona y Adolfo las de él.

EP: ¿Cuándo se vio con él por última vez, de qué hablaron?

JR: Fue en Cartagena. Estuve con Adolfo Pacheco en una parranda, llegó, nos saludamos, le pregunté que como estaba y me respondió: Julito, estoy huyéndole a la vida. No sé que quiso decirme con esa frase, pero eso fue lo que me expresó. Además me contó que lo estaban atendiendo unos científicos de Texas y que se sentía muy bien. Siempre era muy jocoso al decir las cosas, entonces me dijo que sabía que esos médicos estaban haciendo un experimento con él, y que seguramente estaban aprendiendo con su salud, pero lo importante es que lo mantenía bien.

EP: ¿Y de Vallenato?

JR: También. Siempre hablábamos básicamente de música. Le gustaban las canciones viejas de Escalona, como la de Jaime Molina, a la consideraba como la canción más linda que un amigo le haya podido hacer a otro, entonces siempre me pedía que se la cantara.

EP: ¿Cómo tiene que recordar el pueblo Vallenato al Gabo?

JR: Él fue un hombre importante para el folclor vallenato porque su protagonismo viene desde el principio del festival, porque fue uno de los gestores. Además siempre estuvo muy ligado porque era un tipo que narraba en sus libros la amistad de la música vallenata. Gabo no es extraño en el vallenato, no hay una personalidad en Colombia que uno pueda ligar con el vallenato, como a él.Además, perteneció a la costa y para nosotros es un honor que haya sido costeño, que haya nacido en Aracataca. Cuando recibió el Nobel llevó el vallenato y eso le dio mucha importancia a la música nuestra. Para mí, es la persona más importante en los últimos 100 años, porque el dejó una obra para toda la vida y para nuestras generaciones siguientes. El murió como hombre en la tierra, pero su obra quedará para siempre.

Por Antonio Peralta Nieto

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