En La Junta, La Guajira, el 8 de noviembre de 1957, en un ambiente de pesebres, de niño Dios, de carritos de madera y cardón, escuchando el mugido del ganado, nació Julio Rafael Díaz, trovador de la música vallenata, noble, al que le encantaba enseñar.
Desde siempre mostró inclinación por la música, especialmente por el folclor vallenato. Por eso conformó un conjunto con sus hermanos menores y con amigos de la escuela.
Cantaban canciones de la época y también se desafiaban con piquerias, versos iban y venían. Eran jornadas que disfrutaban mucho y en las que Julio Rafael descubrió su talento para componer.
Inició su carrera presentándose en varios festivales. El primero fue el Festival Folclórico del Fique, de su tierra natal. También se presentó en el de Compositores de San Juan del Cesar, La Guajira; en el Cuna de Acordeones de Villanueva, entre otros.
NOBEL VALLENATO
Pero su consolidación llegó en 1983, cuando los ‘Hermanos Carrascal’ le interpretaron, en la versión XXI del Festival Vallenato, la bella y diciente canción ‘Yo soy el acordeón’, ocupando el primer lugar.
Los conocedores del tema argumentan que hubo una acalorada discusión entre los jurados y el premio nobel Gabriel García Márquez, que hacía de presidente de la mesa, proclamó a voz alta: “En este concurso no puede haber otra canción ganadora que la que lleva por título ‘Yo soy el acordeón’”.
Julio estudió la primaria en la escuela rural de varones de La Junta. El primero de bachillerato en la cabecera municipal San Juan del Cesar, La Guajira, y a partir de segundo hizo su bachillerato en el famoso colegio Nacional Loperena de Valledupar.
“PRIMO MÍO”
Uno de sus hermanos recuerda que en una de las participaciones de Julio en el Festival del Fique, Diomedes Díaz y su acordeonero Colacho Mendoza fueron elegidos como jurados de la final del concurso de la canción inédita.
Julio Díaz inició su presentación. Pintaba como ganador. Fue la interpretación más aplaudida. “Julio se emocionó tanto que antes de terminar la presentación gritó: ‘Diomedes Díaz, primo mío’. Inmediatamente fue eliminado”, cuenta su hermano.
Los estatutos del certamen señalan que los intérpretes no pueden saludar a ningún miembro del jurado calificador, pues es causal de eliminación.
ASESINATO
Julio contrajo matrimonio con Eva del Carmen Peña Fragoso. De esa unión nacieron dos hijos, sin embargo al varón no lo alcanzó a conocer: cuando lo asesinaron su esposa tenía 5 meses de embarazo. Eva recuerda que el difunto compositor cuestionaba a Dios sobre por qué tanta desigualdad.
El 30 de abril del año 1992, en pleno Festival Vallenato, fue asesinado con arma de fuego cuando se encontraba en su residencia de Valledupar, donde llegaron dos sujetos y lo acribillaron, crimen que sigue bajo impunidad. Su canción había pasado a la segunda ronda.
En su sepelio, a pesar de que se estaba celebrando el festival, lo pasearon por varias calles, y lo llevaron a la casa de La Paz, pues fue simpatizante del M-19, en ese momento ya con partido político.
Los ‘Hermanos Carrascal’ decidieron no continuar en el concurso cuando se enteraron de su muerte. La última canción con la que concursó ‘El hijo del folclor’, como se autodenominaba Julio en los festivales, se llama ‘25 años de acordeones’.
A Julio le grabaron varias canciones, como ‘Tus dudas’, y ‘Yo soy el acordeón’, que fue llevada al acetato en un álbum en el que Consuelo Araujo recopiló las últimas 25 canciones ganadoras del Festival Vallenato.
Por José Jaime Daza