Qué buena la iniciativa de la Registraduria, Gobierno y partidos políticos y algunos medios de con base en un programa sistematizado se identifique noticias falsas, se desvirtúen y en su lugar haya contenidos de las campañas electorales, estrategia que se hizo conocer a nivel nacional el pasado 21 de agosto.
Abrevamos en ese espíritu para pedir a los candidatos a las corporaciones públicas, Juntas Administradoras Locales, concejos y asambleas, y alcaldías y gobernaciones, que se acojan al juego limpio.
En los últimos días hemos sido asaltados por algunos avivatos y pícaros de la política que usando nuestro prestigio han usado el periódico, falseando su imagen y noticias, creando truculentos hechos que atribuyen al candidato o a la campaña contraria.
Buscan así un efecto electoral evidente, produciendo una circunstancia, que se dimensiona en todos los ámbitos en segundos, mientras la rectificación tarda y no alcanza a impactar en igual proporción el daño causado. La noticia es lo escandaloso, no la rectificación. Pero eso lo queremos también desenmascarar y por eso la dirección del periódico ha salido a los medios de radiodifusión locales a explicar a la ciudadanía que esos montajes en lugar de generar certezas y confianza en las campañas, les genera pérdidas de credibilidad incalculables. De modo que están advertidos: no hay premio sino condena al que inflige un golpe bajo, pues su acción se convierte en un boomerang en su contra.
La campaña debe ser de argumentos, controversias bien llevadas, por duras que sean, pero con respeto y no generadoras de pasiones que llegaren a convertirse en violentas y pasionales.
Argumentos, acompañados de la trayectoria, capacidad y exhibición diáfana del perfil de los candidatos y una cosa fundamental, de su pulcritud, compromiso y carácter para enfrentar desafíos y dilemas en los cuerpos colegiados o como mandatarios de una comunidad que requiere no promesas sino soluciones concretas.
Es la oportunidad para desenmascarar, a estas alturas, el desbordado gasto de algunas campañas políticas. No se entiende quien financia semejantes propósitos sin una contraprestación correspondiente. Esperamos que los grandes contratistas no estén metiendo la mano en esta campaña de engrandecer a los afectos y desacreditar, con falsas noticias, a sus contrarios.
Expondremos y contrastaremos los programas, y haremos esfuerzos para que el ciudadano no se limite a un voto sin contenido sino al llamado voto programático, que va perfilando lo que se esperaría del postulado en caso de salir elegido.
Ese es un aspecto determinante en el cual deberán ponerse de presente cuál es el estado actual de las respectivas entidades territoriales en todos los órdenes, desde los aspectos financieros y tributarios hasta los más detallados de la prestación de servicios sanitarios en los colegios municipales. Ver el bosque y también el árbol, pero también el clima y abono que lo rodea.