Hace un año, el periodista argentino Juan Pablo Varsky llamó a Jorge Carrascal el ‘Neymar colombiano’ para asegurar que el mediocampista sería refuerzo de River Plate.
Varios elementos causaron incredulidad en aquella noticia, empezando por la comparación con la estrella brasileña, además del interés por parte del campeón de la Copa Libertadores en ese momento.
Al final, esto último se dio y lo del ‘Neymar colombiano’ pasó al olvido. De a poco, Carrascal comenzó a ser parte de los planes del técnico Marcelo Gallardo y tuvo protagonismo en partidos importantes como en aquel ante Cruzeiro donde fue titular y mostró carácter para ayudar a la clasificación del equipo argentino. Aquella vez dejó claro de lo que es capaz.
Jorge Carrascal llegó a River Plate a comienzos de 2019 después de dar el salto al fútbol europeo. En Millonarios debutó como profesional a los 16 años en un partido frente al Deportes Tolima el 9 de noviembre de 2011. Solo disputó ocho minutos y luego estuvo dos temporadas más.
En el 2016 fue vendido al Sevilla de España, club que lo relegó al equipo juvenil. Su aventura por suelo andaluz duró un año porque su pase lo adquirió el Karpaty de Ucrania.
Las cosas en suelo eslavo terminaron siendo diferentes. Se ganó la confianza del técnico, disputó más de 40 partidos y anotó seis goles. Su mejoría fue notable y justificó los dos millones de euros que pagaron por los derechos deportivos. Sin embargo, su empresario se movió, ofreció al colombiano a River y terminó concretando la negociación en medio de las dudas por el éxito que tuviera en Argentina.
Aunque no sumó muchos partidos en la temporada 2019, Carrascal dejó buenas sensaciones y por ello lo convocó el técnico Arturo Reyes para el Preolímpico.
En apenas dos partidos se convirtió en la figura del torneo, sobre todo por la demostración que dio en el compromiso ante Ecuador con golazo y dos asistencias.
Al final del encuentro, la prensa lo abordó y le volvió a tocar el tema de Neymar. Con una personalidad más aplomada, el volante dejó claro lo que piensa “yo soy Jorge, no Neymar”. La frase quizá haya servido para desligarse de esa comparación, innecesaria por demás.