Hasta hace unos meses la noticia que inundaba todos los medios era la invasión a Ucrania, el despliegue era total, pareciese que el objetivo era que el mundo se enterara de lo horroroso que puede ser la guerra y que en verdad la vida humana sigue siendo un objetivo supremo para los organismos que pregonan su protección y que en verdad la preocupación por esos mismos organismos como la ONU (Organización de las Naciones Unidas) o las miles de ONGs que están regadas por el mundo es realmente genuina, yo sigo creyendo que sí, pero cada vez me surgen muchas dudas.
Lo que está sucediendo en Gaza es impresentable así lo quieran matizar con la excusa que el grupo terrorista Hamás está escondido en las casas de los palestinos y por tanto hay que arrasar con todo para acabarlos de raíz; lo primero sea decir que rechazo toda acción terrorista que se cometa contra civiles y lo que pasó en Israel contra personas desarmadas es sencillamente despreciable y repudiable no hay lugar a matices; sin embargo, lo que se vive en esa región no es propiamente una guerra, a diferencia de lo que sucede entre Rusia y Ucrania y sus aliados de la OTAN son dos ejércitos regulares de igual a igual pues lo que hay son bajas de un bando o del otro, sin embargo, no es el caso de Israel vs Hamas cuando asistimos a una carnicería de un ejército súper poderoso, armado con última tecnología, aviones de combate y tanques además de armas prohibidas por los organismos internacionales como el caso de las bombas racimo o de fósforo contra una población desarmada, encerrada a merced de la locura de un primer ministro israelí que hace política con estos crímenes.
Para entender lo que pasa en la franja de Gaza se necesitarían por lo menos 50 columnas y no sería posible llegar a un consenso puesto que el odio entre judíos y palestinos ya está enquistado en la historia de medio oriente y mientras sigan apelando a argumentos religiosos e invocando guerras santas la situación seguirá empeorando a los niveles que hoy estamos viendo, pero lo peor aún está por venir si Estados Unidos decide como siempre intervenir, como de hecho ya lo hizo, y no fue de otra manera sino enviando un portaviones para “apoyar a Israel en caso que Hamás lo ataque”.
Ningún medio está informando objetivamente lo que está pasando allá; insisto, siguen hablando de “Guerra entre Israel y Gaza” y otra serie de noticias imprecisas y sesgadas que dan cuenta que muchos de los medios que hoy informan tienen periodistas que no saben en qué continente queda Israel y mucho menos saben que Gaza ni siquiera es un país, no está de más recordar que muy similar sucedió con la invasión de USA a Irak cuando los medios transmitían en vivo y en directo como se estrenaban los nuevos arsenales de la industria militar estadounidense que estaba ávida de una guerra, pero como agravante es que la comunidad judía controla toda la prensa a nivel mundial y cualquiera que se arriesgue a presentar objetivamente lo que sucede allá corre el riesgo de ser proscrito.
Las imágenes son dantescas, niños mutilados, viviendas, hospitales y colegios están siendo bombardeados sin ninguna compasión, no hay alimentos ni mucho menos acceso a servicios de urgencias porque los hospitales también son objetivos militares para el ejército israelí que actúa bajo la orden del primer ministro Benjamín Netanyaju, quien manifestó que “todo hombre de Hamás será hombre muerto”, lo que no dice el primer ministro es que Hamás se escuda en las casas de civiles, así que la matanza será horrible.
Todo está dado para borrar de una vez por todas a los palestinos del mapa, es decir 2,6 millones de personas que habitan en esa región, pero con un agravante aún peor, y es que dentro de los aliados de Hamas está Hezbollah el cual si es un ejército que puede enfrentarse con Israel en caso que la invasión por tierra se concrete, si esto llega a ocurrir no solo Hezbollah entra al escenario militar sino que Irán también podría eventualmente participar y en este escenario las cosas pasarían a otro nivel, sin el más mínimo interés en generar alarma asistiríamos ahí si al fin del mundo.
Mientras tanto asistimos a una carnicería de civiles y una parte de la sociedad mira para otro lado y otra simplemente se deleita en la muerte mostrando hasta donde hemos podido caer como humanidad ¡Estamos enfermos!
Por: Eloy Gutiérrez Anaya.