Un vivero con cultivos de berenjena, tomate cherry, rúcula, col, lechuga, espinaca, albahaca, hierbabuena, toronjil, oregano, ajís picante y dulce, mango, y limón; así como proyectos para llevarlos a la agroindustria en aromáticas, deshidratados y extractos de aceite, se organizan en la granja orgánica de Isabel Ayala Tapias.
Ella es una emprendedora de la región que creó la empresa Isaya Green Group como una solución en la prestación de servicios relacionados con alimentos, medio ambiente, recursos naturales, agricultura y agro-industria, enfocándose en el manejo, implementación, producción y gestión de recursos naturales y medio ambientales.
“Somos una empresa dedicada a labores agrícolas y medio ambientales, la cual se enfoca en el manejo e implementación de tecnologías productivas limpias que generan la menor cantidad de impactos negativos buscando la eficiencia productiva y rentabilidad en procesos empresariales e industriales a distintas escalas”, explicó.
La huerta de esta emprendedora, ubica en la vía Valledupar- Bosconia, lleva siete años en el mercado, liderando los proyectos relacionados con cultura orgánica. Inició con una hectárea, hoy día tiene cuatro hectáreas.
Estas son algunas de las plantaciones de esta iniciativa.
Ayala Tapias aseveró que “tenemos minihuertas hidropónicas para el chef o ama de casa. Entre nuestros clientes están Mercabastos, restaurantes tipo gourmet, almacén Mi Futuro y algunos hoteles de la ciudad. Existe una propuesta con Cencosud parar entrar a las cadenas de almacenes”.
El mensaje que les da a las féminas que habitan el Cesar es que “todas las mujeres pueden tener una huerta en casa. El éxito de esta clase de proyectos es de perseverancia, y amor a la naturaleza”, subrayó.
¿CÓMO NACIÓ LA IDEA?
Isabel estudió cosmética orgánica en Estados Unidos y agricultura orgánica en Hong Kong, pero al llegar a Valledupar no encontraba los ingredientes para realizar sus productos por lo que decidió cultivarlos. Además tuvo una afectación de salud y le tocó empezar a consumir alimentos orgánicos. Así empezó la huerta; con el paso del tiempo se convirtió en una empresa, que se perfila con proyectos tipo exportación con más extensión de tierra en el Cesar y La Guajira.