Muchas personas de Valledupar, incluyéndome, no quieren repetir el mes de mayo anterior, fue enredado, confuso, un mes dedicado a las madres, pero hubo más menciones de la progenitora sin razón. La cosa tuvo matices de todas las ramas, folclórica, política, académica, judicial y hasta periodística y de opinión.
Inicia el show la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, FFLV, que soltó la primera al anunciar de nuevo los homenajes y de inmediato anunció a favor de Jorge Oñate y Rosendo Romero, ambos, cantor y compositor, de altos quilates musicales. Reconocimiento u homenaje, en eso pasamos la primera semana de junio y aún no tenemos la aclaración perfecta. El presidente explicó pero seguimos enredados. Luego la decisión de la Procuraduría de dejar por fuera a 16 de los concejales inhabilitados por 12 años, por la elección, una novela que ya Netflix tiene propósitos seriales, tres de los benditos se salvaron, dos se olieron el tocino y uno prefirió ir de osito dormilón a la clínica sin tener nada, pero resultó teniendo: Una corazonada que solo sus ancestros africanos saben comunicar. No faltó quien propusiera una botella del wisky preferido, edición especial Concejo 12 años para el caso.
Cuando el mes completaba su primera quincena, un sexteto de diputados, dizque opositores ante el gobierno, copiaron la misma excusa para no asistir a las sesiones y aprobar los últimos chances del gobernador Ovalle, para concluir su periodo del cual se dice que está aburrido, claro sus ahorros son distintos a cómo llegó. ¡Adiós afugias! Y ahora con mil millas viajeras para disfrutar. Para algunos faltó “tacto político”, para otros exceso de Popo. Todo mientras otro chicharroncito frita la Fiscalía en estos días, con los honorables de la Duma.
Hasta el presidente Duque nos visitó para firmar, simbólicamente, el Plan de Desarrollo y un sordo del IDREC se hizo escuchar, milagros que ocurren. Nos salva que tenemos un alcalde joven y visionario, con sus gafitas limpias, en una misma semana fue capaz de inaugurar 5 parques, mostrar a Valledupar en Francia como ciudad naranja emprendedora, recibir premios en Miami y dictar cátedra experimental de emprendimiento en Republica Dominicana; luego desde el segundo piso del despacho mira la nueva plaza y ausente de palomas, y la felicidad infantil que al llover utilizan el resbaladero marmóreo.
Todo eso pasaba en la capital cesarense mientras el país nacional se divertía con el show de Santrich y la renuncia novelada del fiscal Martínez, algo donde de nuevo Netflix tiene material en abundancia. Tanto espectáculo para que Seuxis Paucias se quedara en “Tierragrata” a pocos minutos de Valledupar a ver a sus compañeros sembrar verduras y asistir a cursos de aprendizaje. Santrich, ciego, inmovilizado, desmovilizado, con un nombre raro y más el peso de su conciencia por tantos años de guerra. ¿Acaso otra condena es posible? De eso la Corte tiene la última palabra.
Bajando el telón del mes, aparece un poquemón virtual tirando chispas, con casos y personas de Valledupar, es decir el poquito de sociedad que nos queda. Un(a) tal Nico Duba que desde su trinchera incomoda a personajes y sonrojan a los inocentes, cosas que pasaron o pasan, pero decirlas de una forma distinta alimenta el morbo y las redes. Este mes de mayo, ante la nación quedamos como de quinta, algo dicen los números y los datos, y eso que apenas iniciamos las miradas de las megareligiones que nos inducen al Homo Deus que soñamos desde hace siglos.
Faltarán balcones para alquilar, al menos que dejen construir “La Casa en el aire” sin tanto porcentaje por encima, inclusive de las nubes. Para mí no hay tiempo, es malo, yo siempre soy flor de mayo, decía Héctor Zuleta Díaz, aquel buen muchacho que mataron y nadie supo, pero todos saben. Junio bienvenido, esperaré obsequios de tu parte.