Los problemas ambientales generan incertidumbre en numerosas poblaciones del Cesar. Ya fue expuesto el caso de la ciénaga de Santa Isabel, en jurisdicción de Curumaní, que está perdiendo su fuente de vida por el desvío en las cuencas alimentadoras de agua y ahora aparece una problemática similar en el municipio de Pelaya, sur del Cesar.
La denuncia hecha por Asdrúbal Luna, integrante de la comunidad del corregimiento de San Bernardo, se basa en los inconvenientes que actualmente padece la ciénaga de Sahaya especialmente por la invasión de búfalos sobre los playones del espejo de agua que tiene incidencia en otras poblaciones, como Pailitas, La Gloria y Tamalameque.
Según Luna, son actividades bufalinas practicadas por la Hacienda Tapias, propiedad de Felipe Tapias, quien además ha querido cerrar los playones comunitarios que hacen parte del complejo cenagoso. De esa manera, los pesados animales ingresan al lugar y se alimentan, haciendo daño a la ciénaga.
“Nuestro pueblo San Bernardo tiene 466 años de fundación, es nuestro patrimonio heredado de los ancestros. Somos un territorio afrodescendiente y ahora estamos tratando de conservar la ciénaga, pero en estos momentos está amenazada por el dueño de la Hacienda Tapias; los búfalos ingresan para destruir la flora y fauna”, advirtió Luna.
En esta población subsisten de la actividad pesquera como eje central de la economía. Son alrededor de 2.185 habitantes que comparten la ciénaga y además se nutren con la riqueza integral que posee.
Hace unos años, los pescadores que hacen parte de la Asociación de Pescadores de San Bernardo denunciaron las acciones ante el desaparecido Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder, que después ordenó por medio la resolución 536 de 2012, un procedimiento administrativo para “deslindar y delimitar” los terrenos que conforman los playones comunales de la ciénaga de Sahaya. Al pasar Incoder a la Agencia Agraria de Desarrollo Rural, los habitantes tenían la esperanza de encontrar una solución pero no ha sido posible porque no existe pronunciamiento alguno.
“Los playones están siendo usados por una persona que no es arte ni parte de la comunidad de San Bernardo”, dijo Jesús Enrique Padilla.
Entre los animales con presencia en el lugar se encuentran el tigrillo, el mico tití, la guacamaya y distintas especies de serpientes. Al igual que el bocachico y el caimán. Esta es una región catalogada como una de las más exóticas del departamento, existen especies únicas como el manglar que en la región se encuentra en grandes cantidades.
Entidades como la Secretaría de Ambiente Departamental, la MAPP-OEA y la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, han hecho algunas visitas y actividades para darle solución a la problemática.
Se conoció además que aguas residuales son vertidas a caños, como Las Damas, que desemboca en la Sahaya, acrecentando mucho más la contaminación ambiental que afecta también cerca de 10 mil personas, muchos habitantes de corregimientos como San Bernardo, Costilla y los caseríos Pueblo Nuevo y El Sitio.
En un informe publicado por este medio, se advirtió también que en el corregimiento de Costilla, el 56 % de la población no posee el servicio sanitario, el 39 % tiene el sistema de pozas sépticas y el 4 % usa letrina. Con respecto a las veredas, el 89 % de la población se encuentra sin servicio sanitario, el 10 % poza séptica y el uno por ciento restante cuenta con servicio de letrina, dice un informe de la Alcaldía de Pelaya.
Entidades como la Secretaría de Ambiente Departamental, la MAPP-OEA Corpocesar, han hecho algunas visitas y actividades para darle solución a la problemática.
Por Carlos Mario Jiménez
Carlos.jimenez@elpilon.com.co