Interventoría para el alumbrado público de Valledupar

Quintín Quintero, político y columnistaQuintín Quintero, político y columnista

Quintín Quintero, político y columnista

Para el mes de septiembre del año anterior, Ricardo Henríquez Salas, Gerente de ESTIV expresó: “Nos complace anunciarles que más del 80% del alumbrado público de Valledupar está modernizado, actualmente posee una infraestructura con nuevas luces led, eficientes y amigables con el medio ambiente.”

Eso para explicar que la nueva Empresa de Servicios Tecnológicos e Iluminación de Valledupar (ESTIV), concesionaria del alumbrado público en nuestra ciudad, a esa fecha mostraba un avance del 83% en la modernización de su alumbrado público, con 31 mil luminarias instaladas en 215 barrios, 74 avenidas, 68 parques, 24 corregimientos y 9 veredas de este municipio.

La olvidadiza ciudadanía nuestra, ya quizás no se acuerda que el municipio de Valledupar venia de un lamentable contrato de concesión desde el 3 de marzo de 1997, cuyo objeto era realizar el mantenimiento de la infraestructura del servicio de alumbrado público, incluyendo el suministro, instalación, remplazo, renovación, expansión y mantenimiento de las luminarias y de los elementos necesarios para la prestación del servicio de alumbrado público en todo el territorio de Valledupar.

Contrato que fue cedido el 3 de marzo de 2005, y que a pesar de esta cesión, nunca mostró mejoras significativas en el cumplimiento de su objeto.

Para el año 2013 dicho contrato había tenido 9 modificaciones y el sinsabor era grande; los usuarios de las calzadas y de los andénes de Valledupar, al circular sobre ellos en las horas de la noche, no encontraban seguridad.

Se evidenciaba deficiencia y falta de uniformidad en la iluminación especialmente en las calles de los barrios. Todo producto de la debilidad en la planeación a la hora de priorizar la ejecución de los recursos que se estimaban como inversión por parte del concesionario. Durante muchos años no se cumplió con los requisitos de iluminación mantenidos para vías vehiculares de Valledupar, la iluminancia pública para las vías era insuficiente.

La pregunta del millón, ¿dónde estuvo la Interventoría técnica, administrativa y financiera para verificar el cumplimiento del contrato de concesión para la operación y mantenimiento del alumbrado público de Valledupar? ¿quien supervisaba de forma eficiente?

Hoy, con un nuevo concesionario de este servicio público, lo que se debe corregir principalmente es la interventoría. Eso que pareciera que no hubo durante años.

Una interventoría que verifique que todos los anuncios que ha hecho la Empresa de Servicios Tecnológicos e Iluminación de Valledupar (ESTIV), coincidan especialmente con la infraestructura que compone un eficiente sistema de alumbrado público. Que supervise que no exista deficiencia y falta de uniformidad en la iluminación. Una interventoría que verifique que en la actualidad en Valledupar se cumple con los requisitos de iluminación para vías vehiculares y la iluminación necesaria.

Una interventoría que verifique, que no suceda lo que vimos durante años, un deficiente alumbrado público en vías como la entrada al aeropuerto Alfonso López. Una interventoría que verifique que este certificada el tipo de luminaria utilizada en Valledupar, así como que verifique la implementación de nuevas tecnologías y la calidad de los materiales instalados.

En conclusión, bienvenidos los cambios que ha traído el nuevo concesionario de alumbrado público de Valledupar, pero mejor si además de oir la voz del gerente de la nueva empresa, presentan a la opinión pública los informes de interventoría y que está opere con profesionalismo y objetividad.

Que no nos pase lo que sucedió durante años, una concesion que parecía no tener interventoría.

Por: Quintín Quintero

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