Hay comportamientos y posturas periodísticas locales que no entiendo, por ejemplo el cuestionamiento hecho en una emisora al representante Alfredo ‘Ape’ Cuello, autor de la proposición aprobada por la Comisión Sexta de la Honorable Cámara de Representantes, la cual lleva al Capitolio fundamentales problemas del departamento como el empantanamiento del Sistema Integrado de Transporte Público de Valledupar, los abusos de Electricaribe y el cierre de los programas académicos de la Universidad Popular del Cesar, entre otros.
Normalmente nos quejamos del perpetuo silencio que gradúa como ilustres desconocidos a nuestros representantes y senadores, la prensa caricaturiza su ineptitud y para los electores sonsolo motivo de frustraciones, vergüenza o de burlas, al punto que un amigo dice jocosamente, sin el menor asomo de respeto, que un excongresista nuestro descansó cuando perdió la investidura, porque cada vez que entraba al edificio de los padres de la patria lo requería la Policía, encontrándole en el maletín de mano un tubo de desodorante Yodora y otras chucherías de pueblo. Pintoresca manera de ridiculizar sus escasas intervenciones, porque los humildes con talento también tenemos derecho a pisar esas instancias del poder.
Hoy no sé qué pasa, combatimos lo que antes criticábamos; la devoción por la ajena capacidad nominativade un funcionario es tan superior a las convicciones ideológicas, que algunos controvierten la disposición parlamentaria de investigar, prepararse y llevar nuestros problemas ante los estrados que realmente escucha el gobierno nacional, prefiriendo satanizar un debate ante la opinión pública, con el único fin de ocultar las fallas de los amigos que en el momento ostentan el poder.
Le tocó al congresista conservador salir a aclarar que su intención no era cuestionar a ningún mandatario o su equipo, sino buscar en el gobierno central la sostenibilidad económica del proyecto Ciudades Amables, respetando su contexto de ornato y movilidad inicial, para que nuestra Valledupar mantenga su vertiginoso crecimiento urbanístico dentro de los parámetros de comodidad y funcionalidad, necesarios para consolidarnos como uno de los mejores vivideros del país.
De cualquier forma los debates siempre serán afortunados, son el camino más expedito para que los administradores perciban desde otro ángulo las decisiones que toman creyendo acertadas, pero que a veces no lo son tanto, porque son tomadas de espaldas al bienestar de la comunidad. La interlocución gubernamental de los que se dan en la Cámara de Representantes, es mucho más efectiva que las francachelas en las que terminan las visitas de los encopetados funcionarios provenientes de Bogotá. Ese es su escenario natural.
Ojalá la prensa vallenata no pierda de vista que los compromisos políticos son dinámicos como la política misma, mientras que el componente ético de informar objetivamente, dentro de la responsabilidad social de escribir sin sesgos la historia de los pueblos, es rígido porque hace parte de la razón de ser de la más noble de las profesiones. Ese principio tienenque honrarlo independiente a pasiones, egoísmos y apetitos, solo diciendo la verdad y que sea el público quien saque sus conclusiones.