Es muy difícil no pensar en el impacto que genera la edición de nuestro diario hoy, así como la agenda noticiosa de todos los medios nacionales, pero en especial los locales. Todo evento masivo cancelado o aplazado, como nuestro Festival Vallenato, quizá el que más expectativas generaba en todo este asunto del coronavirus.
Y sin un solo caso confirmado en Valledupar, que es a donde queremos apuntar. Universidades y sus congresos, festivales, encuentros; del mismo modo festivales municipales como el de El Paso, Cesar, y el Francisco El Hombre en Riohacha, suspendidos o cancelados, todos, sin un solo caso de coronavirus confirmado.
Algunos dirían que el virus Covid-19, nacido en China, hace moñona en el mundo a esta hora. En la región ha sido indudable que todo ha cambiado, pero valga la pena destacar que ha sido en el marco de la prevención.
Por eso dirigimos estas líneas editoriales a nuestros lectores que ante las cancelaciones y aplazamientos de los eventos más importantes de la región no dudarán en sentir temor, y algunos hasta juzgarán el despliegue que le hemos dado los medios al tema; sin embargo, hay una emergencia sanitaria nacional declarada por Presidencia de la República y de ahí se desprende todo, además es nuestro deber.
El Festival Vallenato se ha aplazado hasta nueva orden, por lo menos hasta el 30 de mayo que es la fecha de cierre de esta directriz Presidencial sobre eventos de más de 500 personas.
Mientras tanto, no queda más que esperar y poner en marcha las contingencias del caso pues todos estos eventos afectan la economía de una ciudad como Valledupar en términos generales y los coletazos ya empiezan a sentirse.
Lo importante, y por eso queremos aplaudir el acatamiento del alcalde Mello Castro y del presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina, es que se previene la propagación del virus que ya hace presencia en el país, aunque no en la capital del Cesar. La prevención no sobra.
Les pedimos a nuestros lectores, incluso a medios de comunicación que como nosotros hacen presencia en la región, utilizar todos sus esfuerzos para propagar la prevención, no el pánico con casos sospechosos, y hasta los confirmados, si es que por infortunio llegan.
Si algo ha tenido todo este asunto es una oleada de información preventiva, y qué bueno porque el pánico genera efectos que empeoran el problema, que, dicho sea de paso, tiene solución gracias a los avances médicos.
Finalmente, y teniendo en cuenta que no es la primera vez que el Festival se aplaza, concentremos esfuerzos en comunicar toda información que nos lleve a educar respecto a la enfermedad y cómo prevenirla. Los acordeones volverán a sonar este año, en una fecha atípica, pero vale la pena esperar, además es necesario.