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Insistimos, Emdupar requiere de inversión nacional

Hace exactamente un año, mediante estas mismas líneas editoriales, advertimos varias de las principales dificultades que afrontaba la empresa Emdupar y al mismo tiempo hicimos alusión a las posibles soluciones.

A la fecha, 12 meses después, pese a la intervención de la empresa, por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos, la situación sigue igual o tal vez peor. Continúa la escasez de agua, derroche de esta en las vías públicas, poca presión e interrupción permanente del servicio y, sumado a todo ello, se han incrementado los malos olores en las calles como consecuencia del rebosamiento y la circulación de aguas negras.

En esa ocasión, el jefe de planta y gestión técnica, Fabián Mendoza, explicaba que el derramamiento de agua se debía al mal estado de las tuberías, las cuales al día de hoy siguen siendo las mismas y en iguales condiciones, por ello persisten los mismos inconvenientes para la ciudadanía.

En síntesis, la empresa Emdupar todavía no ha logrado superar los problemas críticos tanto financieros como técnicos, sigue siendo una prioridad evaluar y mejorar las tuberías en la ciudad mediante la verificación e identificación de redes húmedas que no estén registradas en sus planos y así se evitarían las pérdidas innecesarias de agua.

También continúan los problemas de turbiedad del agua en la planta de tratamiento, situación que impide la permanencia del suministro de agua a los hogares vallenatos. Igual persiste la falta de control al uso indebido de las válvulas.

Frente a las deficiencias del suministro de agua se han planteado varias alternativas, una que no gustó a la ciudadanía como la instalación de tanques de almacenamiento en las viviendas, era una opción que resultaba muy costosa para los hogares de estratos medios y bajos.
Por todo ello, se planteó un enfoque integral a la solución que incluya inversión en infraestructura, adopción de prácticas de uso responsable y la conciencia ciudadana.

Pero más allá de eso lo que se requiere es una gran inversión presupuestal que sabemos es muy alta, por ello seguimos insistiendo en que se deben buscar recursos económicos en el alto gobierno, allí se puede recurrir al Fondo Empresarial de la Superintendencia de Servicios, entidad que en estos momentos está a cargo de Emdupar.

Por qué no hacerlo en Valledupar, si ya se ha hecho en otras ciudades donde también se han intervenido ese tipo de empresas de servicios públicos y mediante ese mecanismo han podido sortear con buenos resultados la situación, se podría mencionar el caso de Cali.

Urge entonces que ese Fondo Empresarial tome la decisión de invertir en Valledupar, en la empresa Emdupar, para el diseño de un megaproyecto que permita reponer y rehabilitar las redes húmedas que en estos momentos tienen a Valledupar inundada de aguas nauseabundas y olores que en nada se parecen al ambiente tradicional que siempre se ha respirado en la Capital Mundial del Vallenato.

Categories: Editorial
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