Por Andrés Llamas Nova
Tanto las instituciones educativas como la Policía de Infancia y Adolescencia coinciden en que un factor determinante de los problemas que se presentan a las salidas de los colegios, está relacionado con la falta de compromiso de los padres de familia frente al deber de proteger a sus hijos.
En la avenida Simón Bolívar, entre los colegios, CASD, INSTPECAM y Alfonso López, el problema de inseguridad persiste en cierta medida, debido a la presencia de personas extrañas, que han sido identificados por la Policía de Infancia y Adolescencia.
“A veces se ven niñas que se quedan hasta las ocho de la noche con sus novios. Uno se pregunta, ¿Dónde están los padres de esas niñas?”, dijo la Teniente Diana Segura, de la Policía de Infancia y Adolescencia.
Agregó que el papel del padre en esta situación es un factor fundamental, principalmente un punto en donde más de tres mil estudiantes llegan a diario, dos veces al día y, donde la noche se constituye un aliado de la delincuencia. Personajes extraños siguen acechando a los niños.
“El desorden no lo causa el CADS”
Ever Ruíz, rector del CASD, afirmó que, “queremos llegar a los padres de familia para hacer un trabajo mucho más fructífero, junto a la policía”. El docente manifestó que en todo caso esta institución ha superado en gran medida lo que antes fue un caos vial y de inseguridad.
El rector Ruiz aseguró que en cuanto a este último tema, son las escuelas vecinas las que deben comprometerse más con el orden en el sector, sobre todo las directivas del colegio Alfonso López.
“Podamos los árboles por precaución”
La rectora del colegio Alfonso López, Sonia Isabel Cuello, a su turno manifestó: padres de familia han venido a comentarme sobre la inseguridad que los árboles frondosos proporcionaban; atracos, matoneo, entre otros, por eso los podamos porque personas desadaptadas se escondían en los árboles para venderle drogas a los estudiantes”.
Escuelas como el Alfonso López, cuentan con un sistema de monitoreo a través de cámaras de video, igual o mejor dotado que un establecimiento comercial de gran tamaño, además de las luminarias necesarias para evitar que quienes acosan a las estudiantes, sigan apoderándose del lugar, pero aún falta.