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Inseguridad campea en el Doce de Octubre

Los restos de los árboles podados aún no han sido retirados del sector.

La falta de iluminación en el parque principal del barrio Doce de Octubre, al sur de Valledupar, es uno de los mayores problemas con las que convive esta comunidad. En las noches delincuentes aprovechan que las personas de bien no llegan al sector, debido a la oscuridad, el mal estado de los juegos didácticos y la basura, para hacer del parque su guarida.

Personas que viven cerca del parque manifiestan que aunque han enviado diferentes oficios a la oficina de Alumbrado Público, no han obtenido sino promesas y la situación empeora cada día.

Así mismo aseguran que durante el día tampoco se puede transitar por el parque porque consumidores de alucinógenos permanecen allí generando temor en la comunidad. Con esta situación los principales afectados son los niños quienes no pueden hacer uso de los juegos dispuestos para su recreación.

“Ni de día puede pasar uno por ahí, uno no sabe si le van a quitar lo que lleve y de noche es peor, todo está oscuro en el parque y alrededor del colegio”, expresó Manuel Lora.

El llamado que hace la comunidad es a las autoridades para que se le brinde mayor atención al barrio porque aseguran que a pesar de las actividades recreativas y jornadas de limpieza por parte de la Policía Nacional para tratar de alejar a los ladrones y consumidores de drogas, a estos siguen asediando.

El barrio cuenta con una moderna cancha de fútbol que se construyó con recursos del Departamento para la Prosperidad Social y el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade), con una inversión de $1.330 millones y fue entregado en diciembre del presente año. Sin embargo, la comunidad advierte que la cancha quedó con varios detalles inconclusos.

Según manifestó el secretario de obras del municipio, Juan Pablo Morón, se le ha exigido a la contratista encargada de dicha obra que culmine, porque el canal perimetral de desagüe no está terminado.

Puntos de vista

Ovadís Páez.
“El parque cuenta con un gimnasio biosaludable pero no podemos hacer uso de él por las personas que permanecen ahí consumiendo drogas y la inseguridad del sector”.

Eliana Méndez González
“Traigo los fines de semana a los niños de mi escuela al parque pero siempre con temor porque constantemente están fumando marihuana, no les importa la presencia de los pequeños”.

Por Jennifer Polo / EL PILÓN

Categories: Comunidad
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