La energía solar ha sido reconocida como una de las mejores formas de proporcionar energía a algunas de las personas más pobres del mundo, la reducción del 80% del precio de los paneles durante la última década ha mejorado las posibilidades de acceso.
Sin embargo, el mayor problema con la energía solar es que el sol no siempre brilla, frente a esta situación los científicos de todo el mundo, particularmente, chinos y estadounidenses han estado trabajando en procura de avanzar en el desarrollo de formas innovadoras para superar el problema.
Un equipo de la Universidad de Stanford en los Estados Unidos, ha probado paneles solares que siguen generando electricidad las 24 horas del día. Basan su investigación en tres innovaciones que podrían ayudar a hacer realidad una energía solar más extendida.
La primera innovación se refiere a la energía solar en la oscuridad. Los paneles solares convencionales solo funcionan durante el día, por lo que necesitan un costoso almacenamiento de batería para poder utilizar la energía solar durante la noche. La innovación aprovecha el enfriamiento de los paneles solares por la noche, mediante la diferencia de temperatura entre los paneles de refrigeración y el aire circundante aún caliente. Explican los científicos de la Universidad de Stanford que, el aprovechamiento de la variación de la temperatura se hace usando un generador termoeléctrico,
En segundo lugar, están los paneles solares alimentados por lluvia. El volumen de producción de energía de los paneles solares convencionales varía con la intensidad de la luz solar, y no es solo la puesta del sol la que puede reducir su energía. Las nubes pesadas y la lluvia pueden hacerlos menos efectivos.
Los científicos de la Universidad de Soochow en China creen haber resuelto este problema, con base en el análisis del impacto de las fuertes lluvias. El equipo de Soochow tomó la fricción generada por las gotas de lluvia que caen sobre los paneles solares y la utilizaron para crear electricidad. Colocaron una capa transparente que contenía un nanogenerador triboeléctrico (TENG) sobre un panel solar convencional. El TENG convierte el movimiento, en este caso el impacto de las gotas de lluvia, en energía.
La tercera innovación consiste en los Robots limpiafondos para parques solares. Así como las nubes y la lluvia pueden bloquear la luz de los paneles solares, también pueden hacerlo el polvo y la suciedad. Los investigadores pudieron mostrar que el polvo, el agua, la arena y el musgo que se acumulan en la superficie pueden reducir la producción de los paneles solares hasta en un 85%. La limpieza de una gran instalación solar requiere mucho tiempo y dinero, además, si no se hace con regularidad, la suciedad eventualmente se adherirá a los paneles, reduciendo la generación solar.
Un paso adelante en los robots de limpieza en seco autónomos. Alimentados por un panel solar a bordo, los robots trabajan de noche para limitar la interrupción de los paneles. El desempeño de los robots limpiadores es monitoreado por un software de inteligencia artificial que planifica el mantenimiento preventivo para evitar averías. Ya se están utilizando para limpiar millones de paneles solares en 30 proyectos solares a gran escala, desde Chile hasta India.
Este es el ritmo de la transición energética mundial, a menudo impactado por los movimientos geopolíticos y el desacelerador del desfinanciamiento, poniendo en riesgo la meta o propósito de descarbonización y en aprietos a los países que dependen del carbón. La evidencia requiere la discusión en el país, para prepararse construyendo futuro, en aras de anticipar las irrupciones, para que sus apariciones no nos sorprendan con los pantalones abajo.