Los fieles católicos acudieron ayer a las iglesias para celebrar el Miércoles de Ceniza, que es el inicio de la Cuaresma; la imposición de la ceniza es símbolo de penitencia, ayuno y conversión.
El seminarista Jorge Hernando Torres Castilla, encargado de brindar la eucaristía en la Gobernación del Cesar dijo que se inició la preparación para poder vivir el triduo pascual (Jueves y Viernes Santos, y Sábado de Gloria), que es lo vivido los días santos en el marco de la Semana Santa.
“Este tiempo de Cuaresma, es un hecho que el papa Francisco ha llamado fuerte, que el Señor nos invita a la conversión y reconocer que somos pecadores y vamos por mal camino.
Por eso, la Cuaresma nos da tres armas con las que podemos combatir frente a nosotros mismo: el ayuno, la oración y la limosna. El papa Francisco en su mensaje cuaresmal se basó en la primera carta de san Pablo a los Corintios, capítulo 9 versículo 8, ‘Es ese Dios que se hace pobre, para enriquecernos a nosotros’”, afirmó Torres Castilla.
El seminarista explicó que la marca de la cruz de ceniza en la frente, “significa la fragilidad de los seres humanos, porque hay que recordar que en el Antiguo Testamento tenemos a los profetas, a Moisés, que cuando hacían penitencias se ponían señales y se llenaban de ceniza todo el cuerpo, para significar su fragilidad y su pobreza”.
Los católicos a través de una cruz en la frente se declaran como penitentes, pecadores, frágiles. El Miércoles de Ceniza es para los católicos día de ayuno y abstinencia, dando inicio a la Cuaresma (40 días de preparación para la Pascua), que comenzó ayer y terminará el Domingo de Ramos.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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