Los patrones comportamentales de los seres humanos ante lo desconocido o simplemente el hecho de enfrentarnos a cambios liderados en procesos sociales hacia transiciones inexploradas, demarcan nuestro lado más frágil y vulnerable cuando nos convierten en receptores de mensajes disfrazados de benevolencia, advertencia y una dosis de terror con algo de conveniencia sesgada de traumatismos, difundidos sin límites ni restricción alguna.
En este mismo momento me referiré a una situación particular en el actual debate electoral que se lidera a nivel nacional y por supuesto territorial. El castrochavismo. Digamos que es un término usado por muchos candidatos al Honorable Congreso de la República y a la Presidencia para estas próximas elecciones. Este término proviene de dos circunstancias particulares de gobiernos latinoamericanos, el cubano y el venezolano, muy polémicos no sólo por ir en contra de las políticas capitalistas en el continente americano tras la Segunda Guerra Mundial e instauración de la Guerra Fría, sino también por la forma en que estos llegaron al poder y la manera como se mantuvieron y aún su legado se mantienen en él poder. Además de ello, la situación económica por la cual atraviesan, al igual que la limitación de ciertos derechos humanos en el ejercicio de esa forma de ejercer el Poder, creo que podríamos tardar años en ponernos de acuerdo frente a estas formas de gobernar. Pero la pregunta es ¿Qué tan cerca estaría Colombia de convertirse en una de esas naciones y si realmente algún candidato en su discurso propone semejante Utopía?
1. Colombia es un país con separación de poderes, lo cual no permite la concentración en el ejecutivo de las decisiones estructurales y políticas de la Nación.
2. El principal modelo económico es el Capitalismo, aliado estratégico en mercado internacional con Estados Unidos.
3. Colombia suscribe y ratifica la mayoría de Tratados y Conveníos Internacionales para la Protección y Garantía de los Derechos Humanos en el mundo.
4. Somos uno de los países menos equitativos de la Región, lo cual no es propio de los regímenes socialistas o comunistas.
5. La economía extractiva de nuestros recursos naturales está en manos de los países desarrollados que no tienen esos sistemas de gobiernos.
Podríamos extraer de nuestro alrededor millones de razones que nos alejan de esos imaginarios oportunistas, se vale ser ingenuo en esta vida, pero abusar hasta cierto punto.
*Especialista en Derechos Humanos & D.I.H.