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Informalidad, autoridad y derecho al espacio público

La invasión del espacio público es un problema común en la gran mayoría de las ciudades de Colombia, al igual que en las ciudades de América Latina y del tercer mundo. La pobreza y el desempleo son las principales razones por las cuales, en  países como Colombia, se explica  la alta informalidad en su economía, que se refleja en sus grandes urbes.
El denominado rebusque genera serios problemas en las ciudades, ya que millones de personas para ganarse el sustento diario se dedican a cualquier tipo de actividad en las calles, utilizando indebidamente el espacio público; algunas veces también los servicios públicos de manera fraudulenta, con el fin de vender algún producto de manera informal, insistimos.
En los últimos años, Valledupar no ha sido ajena a esa situación. Cada vez crece en la ciudad el comercio informal, inicialmente era sólo en el centro, pero ahora lo vemos también en muchos barrios residenciales, en los cuales – de la noche a la mañana- una persona monta en el andén una venta de comidas, (fritos a sopas, principalmente), una venta de jugos u otras bebidas, sin ninguna autorización, por supuesto, por parte de la administración municipal.
Surgen también otro tipo de negocios, como la venta de minutos a celulares, la venta de películas, compact piratas, frutas, verduras  y cualquier otro tipo de mercancía, sin que ninguna autoridad los moleste. Todo esto se justifica, en teoría, por la falta de empleo y de ingresos adecuados para miles de familias que llegan, día a día, a ciudades como Valledupar, con la ilusión de progresar y poder sobrellevar esa condición de pobreza.
Esa situación es cada vez más recurrente en Valledupar, reiteramos, antes era sólo en algunas partes del centro, pero ahora es común en los parques, como la Plaza Alfonso López, en el Parque de la Gobernación, en el Parque de las Madres, etc, y también en la gran mayoría de los  barrios residenciales de clase media y en sectores populares de la capital del Cesar, ante la mirada indiferente de las autoridades encargadas de afrontar este problema.
Somos conscientes de la pobreza y la marginalidad que sufren miles de personas en Valledupar; de la precariedad de nuestra economía para absorber a tantas y tantas personas, hombres, mujeres y jóvenes, en busca de un oportunidad y un ingreso cualquier, de allí que se requieran estrategias específicas y efectivas para fomentar la creación de empresas y empleos en nuestra ciudad, pero todo tiene un límite.

Y el espacio público es ese límite y hay que hacerlo respetar.
Como su nombre lo indica el espacio público es público, valga la redundancia, es de todos. Es un derecho colectivo y como tal no puede ser vulnerado por una minoría al amparo de la negligencia del estado, en este caso de las autoridades municipales.
Las vías, los andenes, los parques, todo el inmobiliario urbano, etc, son bienes públicos, son inalienables, imprescriptibles e inembargables, y le corresponde a la primera autoridad del municipio, al señor Alcalde de Valledupar, Doctor Luis Fabián Fernández Maestre, hacer respetar ese espacio.
Para esto el Alcalde requiere del apoyo de la Policía Nacional, claro, y de la comunidad, por supuesto; pero es una obligación constitucional y legal del primer mandatario del municipio recuperar, proteger y hacer respetar el espacio público. Actualmente, en Valledupar ese espacio cada día está más privatizado; esquina, esquina, metro a metro, tomado por miles de vendedores ambulantes de toda clase que atentan contra la economía formal, contra el comercio formal que si paga impuestos a la ciudad.
Algunas veces también algunos comerciantes exceden el espacio de sus negocios e invaden andenes y calles. Esta práctica está mal y también debe ser combatida.
Desde esta tribuna, señor Alcalde, y en nombre de la ciudadanía de Valledupar, le pedimos que inicie una campaña de recuperación del espacio público en la ciudad; espacio que ahora será más invadido, con el excusa de la Semana Santa y la víspera del Festival Vallenato, evento al que vienen miles de vendedores ambulantes de toda clase y de todo el país. La recuperación del espacio público es un ejercicio de autoridad urgente, le dará “resultados con seguridad” y los habitantes de Valledupar se lo agradecerán.

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