Ante la noticia mundial sobre el brote de viruela del mono o simio, como médico, considero que con mi columna no quiero asustar a los lectores ni a nadie, sino alertar que es una enfermedad zoonótica viral capaz de infectar a los humanos; es decir, la gente puede contagiarse por animales portadores del virus que produce esta enfermedad, transmitida principalmente, por algunos monos o simios nativos de algunas latitudes del continente africano, en los cuales, la viruela del mono es endémica; no obstante, en esos países del África, afortunadamente, dicha enfermedad no es tan frecuente.
Además, es muy importante saber que otros animales como roedores y ciertas clases de perros también pueden transmitirla. La viruela del mono es conocida desde 1958, y desde 1970 se han reportado pocos casos en países de otros continentes, contagios adquiridos en África.
En este mes de mayo de 2022 surgió un brote epidémico, y hasta la fecha se han diagnosticado múltiples casos en más de 12 países de los otros cuatro continentes: España, Portugal, Reino Unido (Gran Bretaña), Bélgica, Francia, Italia, Suecia, Alemania, Suiza, Austria, Noruega, Dinamarca, Pakistán, Canadá, Estados Unidos y Australia.
El país con mayor número de casos es España (cerca de 50 personas), infectados en un baño sauna y en una gran fiesta realizada en una de sus islas turísticas, y según el estudio epidemiológico, la mayoría de estos contagiados confesaron tener relaciones homosexuales; sin embargo, tal circunstancia no significa que la viruela del mono sea exclusiva de transmisión sexual, porque si bien se trasmite teniendo relación sexual, también se transmite a través de las gotitas expelidas por la nariz y boca cuando se respira, habla y tose; y la mayor probabilidad de contagio se da cuando hay mucha cercanía o contacto con el portador del virus, por ende, la viruela del mono es mucho menos contagiosa que el covid-19, la influenza o cualquier otra virosis gripal.
Ya la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tomado las respectivas precauciones, para evitar la propagación del contagio y cómo tratar a los contagiados. Aunque la morbilidad y mortalidad de la viruela del mono no es catastrófica como el covid-19, es necesario conocer las manifestaciones clínicas de la viruela del mono, las más comunes son el malestar general, dolor de cabeza, fiebre, debilidad, inflamación de los ganglios linfáticos, nódulos cutáneos dolorosos que cuando supuran se ulceran y forman costras son muy contagiosas porque anidan muchos virus.
La enfermedad dura entre dos y cuatro semanas, generalmente, sin dejar secuelas, pero a veces causa la muerte a los infectados.
Tiene enorme importancia, la información de que el virus de la viruela del mono es de la misma familia de la erradicada viruela maligna y de la viruela bovina, de la cual produjeron la vacuna que erradicó la mortífera viruela que causó mucha mortalidad a la humanidad. La vacuna contra la otrora viruela, aunque en desuso desde 1980, todavía existe. El interrogante es si produce inmunidad capaz de proteger contra la viruela del mono, porque los científicos le han creado vacunas, pero han sido ineficaces.
Ante tan incierto panorama, lo mejor es la prevención tradicional del lavado de manos con jabón o alcohol antiséptico antes y después de manipular objetos, especialmente aquellos expuestos al uso de la multitud. El uso de mascarilla en espacios concurridos, evitar la promiscuidad. Aislamiento de los casos sospechosos por el tiempo prudencial requerido y los casos con pústulas y costras, hasta que desaparezcan del cuerpo de los enfermos.
En vista de que la viruela del mono no tiene cura médica, tampoco vacuna específica, lo más recomendable es que las personas inmunodeprimidas (ancianos, diabéticos, con cáncer, enfermedades neurodegenerativas, entre otras) deben tener cuidado esmerado, igual los niños incluso los recién nacidos y las mujeres embarazadas, porque la viruela del mono afecta a los fetos.
¡Ojo! No tener tanto contacto con las mascotas y dejar de alimentarse con animales de monte.