Conocer y recoger las herramientas claves para la construcción de un diagnóstico del mercado laboral indígena y una guía de inclusión productiva que permita tomar decisiones pertinentes a la cultura de los pueblos amerindios, fue el propósito del encuentro que se realizó en la Sierra Nevada de Santa Marta, en donde fueron expuestas varias experiencias.
El encuentro tuvo lugar en el corregimiento de Río Seco, jurisdicción de Valledupar, en donde los indígenas Kankuamos, hablaron de su experiencia productiva, mientras que el Consejo Regional Indígena del Cauca enseñó sus avances en producción y el financiamiento de sus procesos; los Zenú compartieron sus saberes de plantas medicinales y el proceso de recuperación de las semillas criollas.
La Organización de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana habló de cooperativismo y la importancia de la unidad de los pueblos, lo mismo hizo el jardín Botánico Busintana del municipio de Pueblo Bello que explicó sus avances en educación, producción, posproducción y comunicación.
Los Arhuacos mostraron su trabajo en el cultivo del cacao desde su cosmovisión, en contra de la deforestación y basándose en el cuidado de la madre tierra.
El encuentro también permitió recoger reflexiones que dan muestra de la importancia de la autonomía económica, soportada en la relación con el territorio, lo espiritual, las costumbres y tradiciones, pero sobre todo en garantizar la permanencia, sin perder la esencia de los grupos étnicos.
“Estamos construyendo una propuesta concebida desde el interior del pensamiento indígena. Aquí generamos un diálogo intercultural que complementa los saberes y tradiciones ancestrales de los indígenas con las propuestas que hace el gobierno desde la occidentalidad”, dijo Tito Arbey Pinto, uno de los asistentes.
Apropiarse de algunos elementos del sistema capitalista, más no en la perspectiva de la acumulación del capital, sino de la distribución equitativa y solidaria del mismo, fue una de las propuestas que hicieron los indígenas durante el evento.
Es de recordar que en Río Seco se levanta la Makugueka, pueblo de gobierno de la organización Kankuama que acogió a representantes de 9 comunidades indígenas colombianas.