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Impuestos temporales y reforma tributaria

Resuelto el dilema que nos plantea la actual pandemia y, advertidos de que es la economía la que debe estar en función del hombre, que no a la inversa, nos queda otro asunto por resolver: el de los impuestos que, en contexto de esta emergencia sanitaria decretó el ejecutivo. Uno de ellos, ordena el descuento de un porcentaje del salario devengado por los servidores públicos según el monto de sus ingresos, es decir a los que ganan más se le descontará más. La medida responde a una necesidad urgente de liquidez, y no es primera vez que en medio de una emergencia se adopten estas decisiones, empero, surge una gran preocupación y es que existe la posibilidad de que los llamados “impuestos temporales” hayan llegado para quedarse y no solo para quedarse sino para incrementarse.

La historia reciente nos enseña que el impuesto temporal del dos por mil nació para conjurar la crisis del sector financiero a finales de los noventa, superada la crisis, el impuesto temporal, se convirtió en impuesto permanente, hoy es del cuatro por mil, y goza de cabal salud.

Ahora bien, la última reforma tributaria conocida eufemísticamente como Ley de Financiamiento, fue concebida con el propósito inicial de gravar con el impuesto al valor agregado, IVA, todos los productos básicos de la canasta familiar, así consta en el proyecto de ley presentado por el actual ministro de Hacienda y Crédito Público; afortunadamente, en el Congreso se logró la aprobación de dicha reforma tributaria excluyendo del IVA los productos de la canasta familiar. Por aquel entonces, lejos estábamos de vivir la pandemia que actualmente nos tiene en recesión económica; y ya se anuncia otra reforma tributaria aún más drástica, que afectará sin duda, el bolsillo de la clase media.

En una nación con tremendas desigualdades, donde el trabajo informal supera con creces el formal, con una economía que depende de la decreciente exportación de carbón y petróleo, el panorama resulta desolador, y reactivar la economía nos llevara tiempo. En el entretanto se activa otra bomba, la reforma pensional, que impactará sensiblemente el tejido social.

Notas de cierre: 1. Circula por redes sociales que la Gobernación del Cesar suscribió un millonario contrato para la reposición de las banderas que adornan la plaza del mismo nombre, en momentos en que la gente está desesperada y reclama ayudas humanitarias. ¡Qué horror! 2. El aumento del salario mínimo correspondiente al año 2021 será, por causa de la pandemia, de cero pesos.

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Dario_Arregoces: