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Impacto ambientales por actividades en el departamento del Cesar (I)

Sea lo primero abordar los impactos ambientales de la actividad agrícola que están determinados por los problemas representados en los métodos de uso del suelo que se han adoptado tradicionalmente.

La pérdida del suelo en los horizontes superficiales han debilitado la estructura del sustrato productivo, lo cual es resultado de su exposición directa a los agentes climáticos, aplicación de agroquímicos de manera intensiva e indiscriminada y en diversos casos a la falta de planificación de los métodos de aprovechamiento del suelo al no tenerse en cuenta los demás elementos naturales (pendiente del terreno, patrones de drenaje superficial, entre otros.).

Así mismo los métodos tradicionales de riego (inundación, gravedad) han llevado a que se haga un uso irracional de las corrientes superficiales de agua, provocando el deterioro de los sistemas hídricos hasta el punto que la productividad de muchas áreas agrícolas se ha vuelto ambientalmente insostenibles por esta situación.

También ha sido factor determinante de impactos ambientales significativos la práctica del monocultivo con fines industriales implementada sin la debida planificación al inicio del desarrollo agrícola del departamento, que comenzó con la propagación del algodón este hecho condujo a la eliminación de grandes extensiones de bosques naturales, que a su vez origino un gran desequilibrio ambiental que se reflejó en la modificación del régimen climático disminución de la capacidad de regulación hídrica, pérdida de biodiversidad rompimiento de las características y, consecuencialmente, disminución de los niveles productivos de los ecosistemas de la región.

Estos impactos ambientales se manifiestan de la siguiente forma en cada una de las ecoregiones del departamento:

* En la Serranía de Perijá, se estima que existen 140 mil hectáreas dedicadas a las practicas agrícolas de subsistencia, mientras que en la Sierra Nevada de Santa Marta también existen 130 mil destinadas a la misma actividad, lo que significa que proporcionalmente esta última ecoregión es la que soporta mayor intensidad de uso en su territorio estando más expuesta a impactos negativos significativos sobre sus ecosistemas; estas áreas dedicadas a la agricultura se consideran en conflicto de uso puesto que sus características naturales (suelos poco evolucionados, pedregosidad, acidez, poco profundo, altas pendientes no las hacen aptas) no las hacen aptas para esta actividad manifestándose en impactos ambientales significativos a través de deslizamientos asilados de suelo, perdida acelerada de la capa vegetal de manera generalizada en el área, sedimentación y desecamiento de corrientes menores, disminución de las áreas boscosas, desplazamiento y eliminación de la faunas silvestres y contaminación por vertimiento de las aguas residuales del beneficio del café.

*Especializado en gestión ambiental.

Por Hernán Maestre Martínez

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